{FINAL DE 1ER TEMPORADA}
Todo estaba oscuro, no lograba localizar el sitio en el que se encontraba ahora mismo, solo.
¿Qué era? ¿Qué había sucedido con él? Lo último que recordaba era que, Nicolás en compañía de dos Alfas lo habían humillado y casi lo mataban a golpes.
¿Cuánto tiempo ha pasado? Por alguna razón soñaba con que decepcionaba al mundo, soñaba haber perdido algo invaluable y sobre todo irremplazable. ¿Qué era? ¿Por qué su Omega se sentía muy triste? Veía una luz al final de un largo túnel, y sentía como si cada vez se acercara más hacia allí.
Sin embargo, pronto se sintió mareado, y a sus aturdidos oídos llegó el sonido de un beep agudo, repetitivo y lejano. También escuchaba voces distorsionadas, a la vez que el túnel desaparecía junto con la luz que le juraba paz.
.....
Su nariz captó el montón de aromas que inundaban su alrededor, su madre, su padre y... una habitación de hospital. Además de un persistente aroma a flores frescas y sanas.
— ¿M-mamá? ¿P-papá?
— ¡Queri-, -aste! Est-mos tan pero-pados p- ti. ¡-ma al m-co!
Ni siquiera entendía bien lo que decían, sus palabras incluso le habían sonado mal pronunciadas. Y lo peor hasta ahora, todo seguía oscuro para él.
— N-no entiendo lo que dices... Pero, ¿Podrían encender la luz? No veo nada. —.confesó, sintiendo mucha comezón por los tubitos que sentía en su nariz, seguro para hacerlo respirar.
En seguida escuchó alboroto, más no sentía la capacidad de comprender. Todo estaba tan confuso ahora que ni siquiera se detuvo a pensar en cuánto tiempo estuvo inconsciente.
Por otro lado, el médico comenzó a revisarlo rápidamente junto a un par de enfermeros que se encargaron de cerciorarse si el pulso estaba bien, si la glucosa no había subido o cosas así. Con una pequeñita lámpara iluminó sus ojos a la vez que separaba los párpados, esto con la finalidad de analizar las pupilas del Omega, con intención de que se vieran contraídas.
Sin embargo, eso no sucedió.
Utilizó esta vez un aparato que serviría para revisar los oídos del lobo en la camilla, Samuel estaba demasiado maleable al entender que se encontraba siendo analizado por un médico.
Un rato después de los análisis correspondientes, al terminar de revisar el se dirigió hacia donde estaban los padres del muchacho. Iba a decirles lo que encontraron los resultados.
— Tiene los tímpanos rotos, y tal parece que aunque la inflamación de su cerebro bajó en estos dos meses de coma, su hijo... La corteza visual que se encuentra en el lóbulo occipital de la corteza cerebral primaria ha continuado inflamada, y eso explicaría porqué su hijo ha perdido temporalmente la visión.
— Por la Luna... —.el Alfa moreno con la barba algo crecida suspiró, y su ex esposa se puso a llorar más.
— Samuel necesitará muchos cuidados, sobre todo supervisión cuando se entere que ha quedado estéril. —.continuó el médico.— Es común que los Omegas que terminan con la incapacidad de engendrar tras un evento traumático intenten suicidarse. Como saben, el poder tener cachorros es muy importante para los Omegas.
— Gracias doctor.
El sigma se retiró al terminar de informarles, y ellos no sabían que harían. Samuel estaba temporalmente ciego, no podían hacerlo leer algo... Carajo, eso lo iba a deprimir. Tampoco podían explicárselo tan fácilmente hablándole, con los tímpanos rotos él no los iba a entender bien.
Habían permitido que el Alfa de piel lívida visitara la habitación de Samuel para dejarle flores que él mismo cultivaba, se las había dejado en una pequeña macetita para que no mueran y él pudiera verlas cuando despertase.
Mauro había visitado el hospital cada día de los dos meses que transcurrieron, al igual que la mejor amiga Omega de Samuel.
— ¿Qué carajo haremos? No podemos cuidarlo todo el tiempo realmente. —mencionó la Omega.
— ¿Crees que no lo pensé? Yo trabajo todo el tiempo, y tú estás muy lejos.
— Por todas las Lunas, necesitamos a alguien que nos brinde ayuda en cuidarlo. —.mencionó nuevamente la Omega, frustrada con la situación.
— Un momento... Sé quien puede ayudarnos. —.habló el Alfa rápidamente.
...
— ¿Cuidar a Samuel? —.una Omega bajita y pelinegra, junto a un Alfa alto y pecoso hablaron al unísono.
— Sí, lo que pasa es que nos turnaremos. ¿De acuerdo? ¿Pueden hacerlo? —.insistió el Alfa mayor.
No les dieron demasiados detalles luego de contarles que Samuel despertó, solo se permitieron decirles que el Omega moreno necesitaría cuidados 24/7 por un buen periodo de tiempo debido a su estado de salud.
— Por mí no hay problema, absolutamente. Samuel es ta importante para mí como para Esmeralda.
Mencionaba Mauro, con firmeza y seguridad en sus palabras. La culpa lo estuvo comiendo desde el cerebro hasta el corazón por lo que le ocurrió a Samuel, así que quería ser de ayuda y poder cuidarlo hasta que se encontrase mejor.
Estuvieron de acuerdo ambos lobos en el cuidado compartido del Omega que se encontraba hospitalizado. Pero cuando los dejaron entrar para ver a Samuel y saludarlo, definitivamente no esperaban verlo con parches en los ojos y oídos.
Y no solo eso, sino que había vendajes en su cabeza y habían rapado su cabeza lo suficiente como para tratar las heridas en su cabeza, pues aparentemente le patearon el cráneo como balón de fútbol.
Esme se puso a llorar enseguida, cubriéndose la boca para no hacer ruido y salió de la habitación con prisa de recuperar la compostura. Sin embargo, Mauro, se quedó congelado.
Caminó hasta la camilla donde descansaba el joven Omega, y con cuidado y movimientos suaves le tomó la mano intentando no asustarlo. Le dolía en lo más hondo del pecho verlo así, tan lastimado y tan vulnerable.
Le fue imposible evitar llorar, las lágrimas abandonaron su rostro con fluidez y en un movimiento besó suavemente el dorso de las manos magulladas del Omega en la camilla. Sus dedos estaban dañados al igual que el resto de sus manos y muñecas. Había intentado defenderse a arañazos provocándose eso.
— Cuidaré de ti, Samuel. Te juro que encontrarán a los responsables. —.habló lo mejor que pudo, aunque suponía que no sería escuchado por lo que le dijeron.
Estaba sordo.
Quedó ciego temporalmente.
Y también estaba infértil desde hoy.
Maldición.
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Los libros y tu aroma. {Omegaverse}
FantasySamuel ama los libros, y Francisco ama el olor de Samuel. - Omegaverse. - +18 - Lenguaje ofensivo y vulgar. - Romance. - Posible cliché. - Boys Love. {BL}