Fem Cora-san

707 49 3
                                    

Doflamingo siempre velo por el bienestar de Rosinante; no solo porque era menor que él, sino también porque Rosinante era una chica. Su pequeña hermana menor.

Una cosa había sido sus vidas en Mary Geoise donde la idea de ser heridos o amenazados parecía un mal chiste y una idea por demás lejana; dónde las cosas eran más fáciles y todo resultaba estar al alcance de sus manos.

Por ello, odio la decisión de sus padres al preferir dejar todo eso atrás. La humildad que querían enseñarles a ambos demostró venir de la mano con la carencia y los problemas.

Se pregunto si su padre y su madre se arrepintieron de su estúpida decisión en algún momento. Si su ingenuidad se había sentido apenada por su incapacidad de juzgar a las personas. Si el pensamiento empático, moral y "humano" había sido correcto, o tan siquiera cercano a lo que creyeron.

Doflamingo no pudo perdonarlos, sobre todo a su padre. A quien en un impulso de furia mato cuando descubrió lo que los hombres del pueblo le habían hecho a su hermana.






En un rincón de una vieja cabaña buscaba protección el cuerpo delgado de una pequeña niña. Su cabello rubio estaba sucio y enredado. Su ropa estaba hecha tirones. Cubría la cabeza y parte de su cuerpo con una vieja manta.

Doflamingo arrastró un costal por el suelo dejando en la madera un camino carmín.

Soltó la bolsa y anduvo a paso lento en dirección a su hermana, pero se detuvo al ver como el cuerpo de ella se encogía en su sitio. El temor era evidente.

Sintió su interior hervir en ira. Maldijo a los hombres que se habían atrevido a robar la inocencia de su hermana.

- No permitiré que nadie vuelva a lastimarnos. No, nunca permitiré que tú vuelvas a salir herida - juro. Su voz tambaleo al final de su declaración para romper en un llanto silencioso oculto tras sus gafas.














[Años después]

La familia Donquixote tenía a Dressrosa bajo su poder.

Doflamingo había logrado un lugar seguro después de tantos años en el mar. Sus días de miseria y dolor habían quedado atrás. Superó cada obstáculo hasta crear un reino de felicidad.

Una copa con vino fue dejada junto a su mano. Al levantar la mirada vio el cabello rubio cubierto por un gorro rojizo.

- ¿Todo a ido bien? - pregunta aún sabiendo que no tendrá una respuesta a viva voz. Rosinante evitaba lo más que podía hablar (solo usando su voz con él aunque esto también resultaba en raras ocasiones)

La respuesta es una calada al cigarrillo.

Su nulo deseo e intento por entablar conversaciones fue una de las secuelas ha aquel suceso. Eso, y que dejó de lado su imágen femenina. Descubrió que la apariencia jugaba un papel importante y que lucir femenina atraía cosas que le hacían revivir malos recuerdos. Por lo que oculto su cuerpo bajo prendas anchas copiando igualmente el uso de suéteres extravagantes de plumas como su hermano.

- Escuché que estuviste en la plaza durante el festival. ¿Te divertiste? -

Rosinante está de pie frente al balcón. Ha volteado un poco dejando su perfil a la vista. La sonrisa rojiza pintada sobre sus labios yendo más allá de sus comisuras para acentuar una felicidad que abandono su rostro hace tanto tiempo.
Su cabeza se mueve apenas unos milímetros arriba-abajo.

- Me alegra -
























Nota: Al escribir este capítulo no imaginé nada romántico, sino algo más fraternal y emocional.
Además Rosinante en mujer se ve sexy JAJAJA

 Además Rosinante en mujer se ve sexy JAJAJA

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Euforia  (Donquixote)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora