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Capítulo 54: El panorama más amplio

Las Vegas, Nevada…

Hinata se reclinó en la bañera, le dolía el cuerpo después de un día tan duro de trabajo.

Había filmado algunos videos en el… *AHEM* Studio, y su pobre coño, culo y garganta SÓLO necesitaban descansar.

"Kiba debería estar en casa pronto." Pensó Hinata, mirando el reloj de la pared.

Hundiendo en su baño, Hinata se sumergió por completo, derritiéndose en el agua.

Estacionamiento…

"Es bueno estar en casa." Kiba suspiró mientras salía del auto, su billetera llena de dinero.

Al principio, ODIABA vivir en Nevada.

El calor podría chuparle las pelotas.

Tratar de encontrar un trabajo fue algo difícil para dos que abandonaron la escuela secundaria.

Hinata consiguió su trabajo con bastante facilidad cuando un... director... se le acercó con la oportunidad de mostrar sus habilidades.

Como Cuck, Kiba estaba extasiado.

Pudo follar con una estrella porno, Y disfrutar al mismo tiempo viendo vídeos de ella siendo follada por otros tipos.

Pagó bien.

Sin embargo, Kiba no iba a sentarse en los laureles.

Utilizando las nuevas conexiones de Hinata, Kiba consiguió un trabajo como... blanqueador de dinero.

Basta de charla.

Acercándose a su apartamento, Kiba sacó sus llaves.

Sólo para que se abriera la puerta, Hinata en bata de baño.

"¡Kiba!" Dijo ella, acercándolo, cerrando la puerta y abrazándolo.

"Hola, nena. ¿Cómo estuvo el trabajo?" Preguntó Kiba, besando a Hinata en la mejilla mientras se separaban.

Hinata sacó una unidad flash.

"No lo sé, ¿me dices?" preguntó en broma con profundos toques de seducción.

Unos minutos más tarde…

Kiba gimió mientras se inclinaba en el sofá, le quitaron la pierna protésica mientras Hinata movía su cabeza arriba y abajo por su pene erecto, mientras Kiba observaba a su novia metérselo por el culo en la pantalla.

"Oh, Hina..." dijo Kiba con un tirón en su voz.

Hinata se detuvo, negándole la liberación, como el demonio sexual que era.

"Todavía no, querida ~", bromea.

Los ojos de Kiba se pusieron en blanco mientras su cuerpo sentía la adrenalina inundar sus venas mientras su pene pulsaba.

Hinata sonrió tortuosamente mientras veía su pene desinflarse ligeramente.

Cambiando de postura, Hinata comenzó a quitarse la camisa.

*Ding-Dong*

"Ugh…" Hinata suspiró mientras se soltaba la camisa y se ponía de pie. "Lo buscaré, me pondré una manta y apagaré la televisión".

Kiba hizo lo que le dijeron, puso una manta sobre su entrepierna y apagó el televisor mientras Hinata se ponía una chaqueta.

Subiendo la cremallera, caminó hacia la puerta, mirando por la mirilla.

Sus ojos pálidos se abrieron como platos.

Hinata abrió la puerta y la abrió.

"Y QUÉ ERES TÚ…"

Llorando por la Luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora