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Capítulo 120: De una emoción a otra

La casa de Stola…

Después de un viaje muy silencioso, Blitz detuvo su camioneta frente a la mansión de Stolas.

Stolas se desabrochó el cinturón de seguridad, notando que Blitz no se preparaba para salir del auto.

—Blitz —dijo Stolas, usando su nombre preferido—. Vamos a ver una película.

Miró suavemente al Imp, quien tenía la mirada perdida hacia adelante antes de desabrocharse lentamente el cinturón de seguridad.

—Sí... ya lo dijimos... —murmuró Blitz mientras salía de la camioneta.

Caminaba rígido y lentamente, con su mano derecha sujetando su codo izquierdo mientras miraba al suelo.

Los dos entraron a la casa, Blitz dejó sus zapatos cerca de la puerta mientras se quitaban las chaquetas.

Con un pedido de helado de Stolas, los dos se dirigieron a la sala de estar.

—Entonces, ¿qué película quieres ver? —preguntó Stolas mientras Blitz se sentaba en el sofá.

"…"

"... uhm... ¿qué tal éste?" preguntó Stolas, intentando sonreír y mostrarse optimista, pero sin éxito, mientras sostenía una copia de 'The Evil Dead'.

Blitz se encogió de hombros.

Stolas sintió una ola de pánico nervioso invadirlo mientras guardaba la película, sus ojos se movían de un lado a otro y se posaban en un clásico.

"¿Qué tal El Exorcista?"

—Está bien… —respondió Blitz en tono derrotado.

Stolas puso la película en el reproductor de DVD mientras los sirvientes llegaban con varias tarrinas de helado de varios sabores con dos tazones y cucharas.

Los anuncios de la película comenzaron con Stolas sentado en el sofá, poniendo un brazo alrededor de Blitz... solo para sentirlo estremecerse.

"Bombardeo aéreo…"

"Estolas…"

"Sí…"

Blitz se giró lentamente hacia Stolas, con los ojos llorosos y el labio temblando mientras intentaba contener todo.

"…"

Sonidos confusos, algunos bajos y otros agudos.

Blitz agarró a Stolas y lo abrazó mientras su presa emocional se hacía añicos.

Con lágrimas en los ojos, Stolas abrazó al diablillo mientras comenzaba la película.

"Ahí...ahí..."

Mientras tanto, Lust Ring, Ozzie's…

—¡AHORA MISMO! —exigió una Verosika borracha, señalando a Millie y Moxxie.

Asmodeo y Fizzarolli estaban de rodillas.

"Lo siento, llevé mi broma demasiado lejos", se disculpó el Rey de la Lujuria, sinceramente lo sentía.

"Siento haberme dejado llevar por eso", se disculpó Fizzarolli.

"Lo siento por patearte", añadió Millie.

Los tres miraron a Moxxie.

"Acepto tus disculpas", dijo Moxxie.

Asmodeus exhaló un suspiro de alivio cuando Verosika, con las manos en las caderas, asintió antes de perder el equilibrio.

Llorando por la Luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora