Llorando por la Luna

114

Capítulo 114: La mente del marqués

Anillo de la avaricia, monte Myōboku…

Tamamo bajó la cabeza, aceptando su destino.

Tamamo ignoró los sonidos de alguien corriendo hacia ella y cerró los ojos.

—¡¿Qué... quién carajo eres tú?! —gruñó Gamabunta con irritación.

La cabeza de Tamamo se sacudió hacia arriba, y abrió los ojos para ver a alguien parado entre ella y Gamabunta, con el brazo cubierto de arena terrosa y la espada de Bunta clavándolo hasta la mitad.

"No soy importante..." dijo esta persona mientras movía el brazo, llevándose consigo la espada de Gamabunta mientras se formaba arena en su brazo opuesto. "Pero estoy impidiendo que alguien asesine a una niña".

Con un gruñido, el salvador golpeó a Gamabunta, el brazo de arena se extendió y lo alojó contra la pared de su lugar de trabajo.

"¿Quién eres?", preguntó Tamamo mientras la luz del sol poniente se desvanecía en la oscuridad y las farolas de la calle se encendían.

El hombre se giró, revelando su cabello rojo y un tatuaje sobre su ojo izquierdo.

"Mi nombre es Gaara", se presentó Gaara mientras la arena que usó se desmoronaba al suelo, excepto una fina capa que cubría sus brazos.

Gamabunta gruñó mientras se obligaba a salir de la pared.

—Hmm… —tarareó con sospecha mientras observaba como la arena de un pie de diámetro de Gaara regresaba hacia él, mientras que una gran porción estaba bajo sus propios pies.

"¡Oye, mapache!"

Gaara giró y se puso en guardia una vez más mientras Bunta agarraba su espada.

—Tu pequeño truco sólo funciona dentro de un perímetro determinado... o eres nuevo en la magia y tu control apesta —señaló/cuestionó Gamabunta.

Gaara… palideció.

"Lo descubrió", pensó Gaara mientras comenzaba a sudar, irritado porque su condición de aficionado se descubrió al instante.

—Bueno, ¿cuál es? —preguntó Gamabunta mientras permanecía en una posición relajada.

"Todavía soy un poco nuevo en la magia..." respondió Gaara.

—Cifras. —Gamabunta gruñó mientras adoptaba una postura, Gaara se preparaba para defenderse.

De repente, el suelo bajo los pies de todos se convirtió en arena, succionándolos hasta las rodillas.

"¿Qué…?" fue la respuesta de la mayoría mientras la arena se movía como las olas del océano.

Hinata, Kiba, Arnold y Karen fueron arrastrados hacia Gaara y Tamamo, mientras que Gamabunta, Gamahiro y Gamaken fueron arrastrados con el resto de los sapos.

"¿Quién está haciendo esto?" exclamó Gamabunta, sabiendo que no era obra de Gaara.

"Te envié a buscar materiales...", gritó una voz, atrayendo la atención de todos hacia quien hablaba. "Y sin embargo, aquí estás, buscando pelea con Bunta de los Yakuza".

"¡Es el Earth Mover!" gritó un miembro sapo, sorprendiendo al resto de la yakuza, excepto a Bunta, Hiro y Ken.

La cara de Shukaku se arrugó ante ese título.

—Ah —gruñó, rascándose la cabeza—. No me llames así. Es un nombre estúpido.

—¿Qué te trae por aquí? —preguntó Gamabunta al ver una bolsa en la espalda de Shukaku—. Pensé que habíamos llegado a un acuerdo para no interferir entre nosotros, con tu familia, mi grupo y mis amigos.