44. La fotografía

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—¿Qué hacemos con Buckbeak? — preguntó Hermione —No podemos llevarlo al castillo con nosotros, se supone que se escapó.

—Podríamos dejarlo aquí — dijo Draco —Se ve contento cazando cosas y no creo que una noche en el bosque prohibido sea un problema para él, quiero decir, se acaba de enfrentar a un licántropo y lo ha vencido sin problemas. Luego que el profesor Dumbledore se encargue de él.

—Sí, creo que sería lo mejor— dijo Harry —Pero ahora debemos darnos prisa, hay que regresar con el profesor Dumbledore antes de que terminen las campanadas. Debemos llevarle la foto.

Harry se acercó a Buckbeak para quitarle la cadena del cuello y después de despedirse de él corrieron de vuelta al castillo, pero antes de entrar por la puerta principal decidieron ponerse la capa de invisibilidad por si el ministro ya estaba por ahí, cosa acertada ya que lo encontraron yendo a paso veloz por el vestíbulo hasta que se encontró con Snape.

—¡Ah, Severus! — le dijo el ministro —Que bueno que te encuentro, ¿Sabes en donde está Dumbledore? He escuchado que tienen a Black, ¡Maravillosas noticias! ¿No crees? Finalmente la perra de Rita Skeeter dejará de publicar esos estúpidos artículos en El profeta.

—Por supuesto— dijo Snape de manera pausada —Me parece que el profesor Dumbledore está en su oficina arreglando algunos documentos, déjeme escoltarle hasta allá— claro que el profesor Dumbledore no estaba en su oficina, si no en la enfermería.

—¡Más que perfecto! Al mal paso darle prisa. He escuchado que tú mismo has traído a Harry y sus amigos al castillo después de lo que pasó, necesito detalles.

—Me parece que el más ideal para darle los detalles es el profesor Dumbledore— dijo Snape indicándole al ministro por dónde ir.

—¡Ah, siempre tan formal, Severus! Está bien. Pero debo decir que necesito tener una plática muy seria con Harry, el muchacho ha salido travieso, pero debo admitir que tiene su encanto el niño, todos amamos a Harry y hacemos un poco la vista gorda. Se parece mucho a su padre, ¡Y a su abuelo también! Yo estudié en Hogwarts al mismo tiempo que Fleamont Potter, un tipo encantador y también muy bromista, debe ser cosa de los Potter...

Llegó un punto en el que ya estaban demasiado lejos como para seguir escuchando al ministro, definitivamente era un sujeto que le gustaba mucho hablar; no había tiempo que perder pues las campanas ya habían comenzado a sonar, tuvieron que quitarse la capa para poder correr hasta la enfermería y al llegar vieron como el profesor Dumbledore recién estaba saliendo de la enfermería y cerrando la puerta.

—¡Profesor! — le llamó Harry —¡Lo logramos!

—¿Black está fuera del castillo? — preguntó Dumbledore, a lo cual los tres se miraron confundidos.

—No— le respondió Harry, a lo cual el profesor Dumbledore mostró una cara más seria y molesta.

—Entonces, no hay nada que podamos hacer, Sirius Black está condenado— les dijo.

—¡Espere! — interrumpió Hermione sacando la foto de su túnica —¡Tenemos esto! ¡Esto probará su inocencia!

El profesor Dumbledore pareció intrigado por la fotografía que recogió suavemente de la mano de Hermione, se acomodó los lentes y la examinó de cerca —Vaya, esto es inesperado. Pero es mucho mejor de lo que tenía en mente, ¿Cómo la han conseguido?

—Encontramos a Colin Creevey en uno de los pasillos convertido en gelatina y nos llevamos su cámara— explicó Hermione —Y nos aprovechamos de la capa de invisibilidad de Harry, nadie nos vio.

—Estoy bastante seguro de eso, señorita Granger, si alguien los hubiera visto probablemente esta realidad hubiera dejado de existir en el momento en que accionó el giratiempo. Este es un trabajo brillante, de no haber sido a espaldas de las reglas del colegio y del ministerio les daría veinte puntos a cada uno— dijo sonriendo —Pero temo que si subo esos puntos tendré que explicar de dónde los saqué. Ahora, ¿Saben ustedes de casualidad en donde metió Severus al ministro?

Efecto MariposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora