Tardaron al rededor de 30 minutos en terminar de comer. Ahora Akutagawa caminaba con Masaki en brazos, con ayuda de Rashōmōn llevaba las pertenencias del bebé.Masaki analizaba el exterior con detalle, sus ojitos marrones iban de un lado a otro.
Por otra parte, Akutagawa seguía su andar a su departamento. Aprovecharía que tenía el día libre gracias a Chūya.
——¡Ta! —Se detuvo cuando Masaki grito, le dio su atención al niño para saber que quería. —¡Ta! —El pelirrojo señalaba una tienda de jueguetes, en el aparador que daba a la calle, se dejaba mostrar un gran oso de peluche café claro sentado; acaparaba casi completamente el ventanal.
Inmediatamente captó la idea del niño.
—No. —Respondió antes de continuar su caminata.
Al ver como se alejaban del gigantesco peluche, el bebé comenzó a sollozar. No tardó mucho en estallar en llanto, obligando a Ryūnosuke a detenerse.
El mayor lo tomo por debajo de las axilas y lo puso frente a él.
—¿Qué? —Pregunto hastiado.
La manita del niño señalaba a la misma dirección.
—Ya te dije que no.
Ese solo comentario ánimo al bebé a llorar con más fuerte. La gente les empezó a prestarle atención, algunos murmuraban, sin problema, el azabache no los podía escuchar, las lágrimas de Masaki le nublaban el juicio.
"Que mal padre."
"Pobre niño."
Podría activar a Rashōmōn para ahuyentar a la diminuta multitud, pero eso armaría un escándalo, lo más seguro era que llamarían a la policía, y al tratarse de él, probablemente sea la Agencia de Detectives la que se haga cargo; y por lógica eso conllevaría a Dazai.
Dazai.
¡Dazai!
Dazai era el padre de ese mocoso. ¡Lo mataría de la manera más horrible si se entera que hizo llorar a su hijo!
El solo pensamiento le recorrió la columna vertebral y provocó un ligero temblor en sus manos.
Con la poca estabilidad que tenía cargo correctamente a Masaki, regreso por sus mismos pasos e ingreso a la tienda.
Después de entrar, cerro deprisa la puerta tras de él.
Un suspiro de alivio se despidió de sus labios. Se recargo lentamente en la misma entrada, con los ojos cerrados; solo sentía los —ahora— leves quejidos de Masaki.
Dejo de usar su habilidad, causando que las cosas se cayeran.
Abrió sin prisa sus párpados, bajó sus iris al neonato, hallandolo tallando sus ojitos con su puñito.
Sus mejillas estaban rojas, asemejando a una fresa madura, sus risos jengibre revoloteaban por debajo de su gorro.
«Se parece a Chūya.»
Chasqueo la lengua irritado.
—Ya viste a tu horrendo oso de juguete, ahora vamonos, mocoso.
Su respuesta fue un estornudo, algunas gotas de saliva aterrizaron en su camisa. Formó una mueca de horror.
—¡Que asco! —Bajo con cuidado al bebé y lo puso en el suelo. Se giro a donde había quedado la pañalera y buscó un paño limpio.
Cuando lo encontró, no tardó demasiado en restregarlo contra su camisa y parte de su abrigo.
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Masaki y el tío Ryu
FanfictionAkutagawa Ryūnosuke, mejor conocido como el perro de la mafia. Usuario de una habilidad con gran poder, siempre ha hecho un gran rendimiento en su trabajo, más ahora se le ha encomendado la misión qué para él es la más complicada. Cuidar de un bebé...