Después de un rato, Akutagawa con Masaki en brazos se despidió de la anciana y tomó sus pertenencias.Ya un poco más acostumbrado al clima retomo su tez pálida y emprendió ida a su departamento.
——Debo admitir que las historias de los ancianos siempre son las mejores, sus recuerdos son como una vieja novela narrada — Hablaba con el bebé como si este le estuviera prestando atención, sabía que no obtendría respuesta, por eso le agradaba el silencio del niño —. Deberías de escuchar a Hirotsu, él parece ser sacado de una novela del siglo XX.
El pelirrojo rió, sus ojitos chocolate lo miraban con alegría.
——Me agradas, mocoso, solo te falta no ser tan ruidoso. De ahí en fuera serías la mejor compañía que he tenido.
Su ánimo mejoró considerablemente, quién diría que una salida al año podía mejorar el ánimo.
Pero claro.
Algún evento puede arruinarlo.
O mas bien, alguien.
Ni bien cruzó la calle cuando sintió una presencia detrás suyo. Frunció el ceño con fuerza, aferró al bebé más cerca de su pecho.
Fue a un callejón desolado, sabiendo que la persona atrás aún lo seguía.
Lo mejor era tratar de perder al desconocido; no quería ser el responsable de que Masaki genera un trauma al verlo matar a una persona.
—Akutagawa.
Se detuvo al ser llamado. Reconocía esa maldita voz.
Sus iris se abrieron, su mandíbula se tenso con fuerza para que el puño con el que sostenía al oso finalmente se formará.
La furia le saludo al ser llamada de nuevo. No obstante, no le respondió a su llamado de golpear a ese hombre.
—Akutagawa.
El segundo nombramiento le colmo la paciencia, que mal se oía su nombre en aquellos labios.
—Jinko. —Habló con voz pausada y gruesa.
Le encaró con orgullo, con sus ojos afilados y su semblante frío.
Frente a él se encontraba Atsushi Nakajima, el nuevo subordinado de Dazai.
El dulce e inocente chico trataba de aparentar un rostro serio, eso solo le daba gracia a Akutagawa.
—¿Qué quieres, hombre tigre?
Cuestionó sin ser consiente de como sostenía protectoramente a Masaki entre sus brazos.
—Dazai-san me ha pedido ir a recoger a ese bebé.
Señaló con la mirada al pelirrojo quien solo chupaba su pulgar ajeno a toda la situación.
—¿Ahora te dedicas a secuestras niños?, ¿Por qué no vas a buscar otro engendro al cual molestar, jinko?
—Dejate de juegos, Akutagawa, dame a ese niño, no me importara si tengo que arrancarte los brazos para tenerlo.
El azabache chasqueo la lengua, le haría tragarme sus palabras.
—¿Te recuerdo quién fue el que te arrancó una pierna de un solo ataque?
Una sonrisa de burla quiso fugarse de sus labios al notar el rostro del albino teñirse de enojo.
Masaki se removió en sus brazos inquieto, no le agradaba la idea de estar en ese callejón tan oscuro y con olor a humedad; las sombras comenzaban a hacer de las suyas y su pequeña mente empezaba a darles formas horrendas.
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Masaki y el tío Ryu
FanfictionAkutagawa Ryūnosuke, mejor conocido como el perro de la mafia. Usuario de una habilidad con gran poder, siempre ha hecho un gran rendimiento en su trabajo, más ahora se le ha encomendado la misión qué para él es la más complicada. Cuidar de un bebé...