Mientras esperaban el momento en que interrogarian a Garcia sobre el paradero de Daniel Leagan, Mark, un agente a quien su ex compañero y amigo convenció para que vigilara a aquel asqueroso traidor de cerca y Charlie comenzaron a relatarle a Terry como una semana atrás, habían descubierto a Garcia, y como armaron todo un plan para que quedara en libertad y los llevara a su objetivo... Fue allí en donde Albert y él entraron.
Una semana atrás...
—No sé qué ocurre, pero falla la cobertura. Es muy extraño —dijo de pronto Mark guardando su teléfono.
—A veces ocurre en esta parte de la ciudad —dijo Garcia, al volante del vehículo.
Se detuvo justo delante de una bodega de reciclaje. Por su aspecto exterior parecía que llevaba varios años abandonada.
—Que lugar tan deprimente —dijo Mark desconcertado—. Parece que se va a caer en cualquier momento.
—Iremos a la caseta que hay en la parte de atrás. Garcia puso de nuevo en marcha el vehículo y rodearon el lugar.
—Parece que hay gente allí dentro—musitó Mark—. Tal vez deberíamos haber traído mas hombres.
—Eso hubiese sido un gran error
—¿Tú crees?
—No saques tu arma. Deja que yo hable y sígueme el juego.
—Muy bien —respondió Mark.
Se acercaron a la puerta acompañados de las primeras gotas de lluvia que comenzaron a caer desde el cielo y, una vez frente a ella, Garcia la golpeó con el puño un par de veces. Pasaron unos segundos sin que nadie respondiese a la llamada, así que la repitió de nuevo. Esta vez la puerta se abrió hacia afuera, obligándole a dar un paso atrás, y un rostro joven le miró con gesto de sorpresa.
—¿Detectives? ¿Qué hace aquí?
—Hola, John. ¿Podemos pasar? —preguntó Garcia.
—Claro —respondió haciéndose a un lado—. Adelante.
Garcia fue el primero en entrar, siguiendo sus pasos Mark, que en ese momento recibía una llamada de Charlie. Decidió que no era el momento más oportuno para hablar con él, así que colgó.
*******
—¿Qué te ocurre, Charlie? —preguntó Daisy, posando la mano sobre su hombro—. Te has puesto pálido.
—Lo ... descubrió ... —balbuceó con dificultad.
—¿A quién?
—Garcia descubrió a Mark.
—¿Cómo es posible?
Charlie no respondió. Antes intentó contactar Mark para alertarlo, pero este no respondió a su llamada de teléfono.
—¿Qué fue lo que me dijo? —reflexionó en voz alta—. Que estaba en un sitio de reciclaje abandonado
—Cerca de aquí hay una bodega de reciclaje que cerró hace varios años —comentó Daisy
—¿Es la única que hay en esta parte la ciudad? —preguntó Charlie esperanzado.
—Si.
—¿Y a cuánto está de aquí?
—A unos quince minutos andando, siguiendo esa carretera —señaló en dirección al pequeño seto que rodeaba los jardines.
—No pierdo nada por intentarlo —dijo comenzando a correr en esa dirección.
Ni siquiera se despidió de Daisy. Tenía un mal presentimiento. No le encajaba que Garcia hubiese acompañado a Mark para arrestar a un empleado del departamento de evidencias. No cabía duda que Garcia iba a matarlos a ambos. Esa posibilidad fue la que hizo que llamase de nuevo a Mark mientras corría, aunque no consiguió que le respondiera.

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La Mentira
FanfictionLa vida pueda ser injusta algunas veces, pero al final, el destino siempre te pondrá a las personas correctas, y la justicia tarde o temprano estará de tu lado. Los personajes de Candy, Candy no me pertenecen, son propiedad de sus creadoras Kioko M...