Capítulo III

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Hola a todos! Acá un nuevo capítulo de esta historia, y esta vez con la caída de aguas dulces.

No olviden comentar y votar.

Besos y abrazos. 

- ¿Habías recorrido este lugar antes?- preguntó Yara mirando a Daenerys que parecía sorprendida mirando cada detalle de los pasadizos inferiores de la fortaleza de Rocadragón.

- No en realidad, estuve poco tiempo acá, y el tiempo que estuve no pude recorrer este lugar- explicó Dany y Yara asintió.

Juntas recorrieron el lugar buscando alguna pista, algún secreto que pudieran encontrar allí.

Ese lugar había albergado a los pocos que quedaron de su sangre por cientos de años, alguna pista debía haber allí. 

Sin embargo, los enemigos que habían quedado afuera, no eran los únicos que quedaban dentro de Rocadragón. 

El nuevo Maestro de Moneda del gobierno de Bran, Lord Bronn de Aguas negras, podría tener un importante cargo en el reino ahora, pero siempre sería un mercenario y como tal, había decidido enviar mercenarios expertos a Rocadragón.

Había pagado bien a los mercenarios, las arcas reales habían estado vacías en el gobierno de Cersei, pero ahora que tenían todo lo que una vez perteneció a Daenerys, las arcas reales habían vuelto a llenarse, y él aprovecharía eso, para su beneficio personal, y para desempeñar bien su labor en el reino.

Los mercenarios habían estado esperando en Rocadragón, advertidos del peligro aunque en un principio fueron escépticos.

Ahora tenían lo que querían, a las dos mujeres mortales que estaban junto a Daemon y Rhaenyra Targaryen.

- Corre- dijo Yara mirando a Daenerys- Yo no soy importante, pero si te atrapan a ti, intentarán extorsionar a tus antepasados- dijo Yara y Daenerys negó. 

Yara tomó la espada que cargaba en su cintura y Dany una daga.

Los mercenarios que las habían rodeado sonrieron.

¿Realmente creían que tenían una sola oportunidad?

- Esto no es buena idea- dijo Yara mirando a Daenerys- Creo que acá es el momento en que gritas y pides ayuda- dijo Yara que no era cobarde, jamás lo sería, ella peleaba sus propias batallas, pero ahora, estaban  en bastante desventaja.

- No es necesario que mueran, pero si quieren morir, Lord Bronn nos pagará de todas maneras- dijo uno de los mercenarios.

- ¿Lord Bronn? ¿Nombraron Lord a un simple mercenario oportunista?- preguntó Daenerys caminando hacia uno de los mercenarios sin miedo.

Se había visto en peores situaciones, y siempre encontraba una salida.

- Ya no eres reina, Daenerys Targaryen, solo la puta loca que quemó desembarco del rey y cuya cabeza es pedida por el pueblo- dijo el mercenario y Dany sonrió.

- Me han llamado puta, me han llamado mendiga, me han llamado tirana- respondió Daenerys mirándolo sin temor a sus espadas- Esos títulos despectivos nunca cambiarán que soy Daenerys de la casa Targaryen, Khaleesi del Gran Mar de la Hierba y reina de Meereen, pero ya no soy la primera en mi nombre, tampoco la reina de los ándalos, los Rohynar y los Primeros hombres, no soy la señora de los siete reinos y tampoco la protectora del reino, tampoco soy señora de Rocadragón, pero hemos despertado a quién será la reina ahora y aunque nos maten aquí y ahora, a ellos no podrán detenerlos- dijo Daenerys sintiéndose orgullosa de su nombre y de su casa.

- ¿Dos momias que vivieron hace cientos de años? Morirán también, nadie es invencible- habló el mercenario y Daenerys sonrió.

- Adelante, mátanos, luego por favor, ve por ellos- amenazó Daenerys y los mercenarios las atacaron.

La maldición de la casa Targaryen ( Daemyra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora