Capítulo XVI

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- Rhaegar por todos los dioses- dijo Elia mirando a su ex esposo llegar al lugar mientras sus hijos corrían a abrazarlos- ¿Cómo se te ocurre marcharte así?- gritó ella que sabía que él lo haría, pero no dejaba de sorprenderla.

- Aún tengo una deuda pendiente- dijo él mirándola mientras Lyanna solo suspiraba de alivio de verlo bien.

- No necesito que me defiendas como si fuera una damisela, teníamos un trato- dijo Elia mirando a Rhaegar- Tú te casarías con Lyanna, y te preocuparías solo de ella, Jaime y yo seríamos tema aparte- dijo Elia y Lyanna sonrió.

¿Elia realmente creía que Rhaegar dejaría de preocuparse por ella? ¿Solo porque ya no estaban casados?  Elia no conocía a Rhaegar tan bien como creía. Eso era definitivo.

- ¿Encontraste a Jaime?- preguntó Lyanna y Rhaegar negó besándola cuando se acercó a ella

- El infeliz sabe esconderse, pero lo encontraré- dijo él sentándose en un sillón y descansando.

Habían sido largos días, pero al menos su incursión no había sido en vano.

- Solo déjalo, no podemos culparlo porque no me amó, ama a Cersei- dijo Elia y tanto Lyanna como Rhaegar la ignoraron.

Si podían culparlo, entre los cuatro había un pacto. Pero Jaime había fallado, había fingido amar a Elia, había jurado amor, había jurado protegerla, había sugerido que Lyanna y Rhaegar se fueran a la torre de la alegría, y juró por todos los dioses que él protegería a Elia y a los niños porque la amaba, y lo único que quería era que le dieran la oportunidad de demostrarlo.

A regañadientes, Rhaegar marchó con Lyanna que estaba pronta a dar a luz, confiando en que Jaime protegería a Elia. Y el infeliz los había traicionado a los tres.

Ahora él había renacido, y lo buscaba para saldar cuentas.

Y el resentimiento de un Targaryen, no era algo que olvidaran fácil.

Daenerys entró al lugar, corriendo a abrazar a su hermano cunado lo vio.

Rhaegar abrió sus brazos y la sostuvo entre ellos.

- Hola pequeña- dijo él y Daenerys le sonrió.

- No soy pequeña- dijo ella pero era claro que Rhaegar la llamaría así.

Ella había nacido en la tormenta, cuando él ya era un hombre adulto con dos hijos.

Ella había admirado las historias de su hermano, sus investigaciones, lo que contaban sobre él.

Ahora lo tenía allí, con ella, ahora tenía una familia. 

Y tenía dos sobrinos.

Tres, pero prefería no pensar en como Jon era ahora mayor que Aegon y Rhaenys y ellos seguían viéndose como niños cuando eran mayores que Jon, bueno Aegon...en realidad no quería pensar en Jon.

No quería pensar que de dos personas tan amables como Rhaegar y Lyanna había salido Jon.

- Lo eres para mi- dijo Rhaegar acariciando su cabello y Lyanna sostuvo su mano saludándola.

Daenerys odiaba ver el dolor en los ojos de Lyanna. Ella sufría por Jon, Rhaegar también, ella lo sabía. 

Pero aún así, Lyanna era amable con ella. 

- ¿Cómo estás?- preguntó Lyanna, ya se lo había preguntado ese día, y los anteriores. Lyanna evitaba hablar de Jon, bueno, Aegon para ella. 

- Estoy bien- dijo Daenerys aunque no era cierto.

La maldición de la casa Targaryen ( Daemyra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora