Capítulo IV

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Hola a todos! Cómo ya saben esta es una historia de actualización lenta jeje y acá finalmente otro cap.

No olviden comentar y votar.

Besos y abrazos.

Daemon y Rhaenyra avanzaron por la fortaleza de Aguas Dulces preguntándose ¿Qué había pasado en ese lugar?

El rostro de ambos expresaba el disgusto que sentían por el mundo moderno.

¿Esto era lo que habían conseguido sus enemigos maldiciéndolos? 

¿Esta era la grandeza?

¿Esto era lo más civilizado que podían lograr? ¿Fortalezas casi putrefactas que no reflejaban la belleza de antaño?

Ellos habían conocido la gloria de Aguas Dulces, era cierto que no era una fortaleza muy llamativa o con una arquitectura exquisita como lo eran otras fortalezas como Rocadragón o Casterly Rock, pero definitivamente no estaba tan deteriorada como lo estaba ahora.

Tanta guerra, tanto usurpador había acabado con la poca belleza que alguna vez tuvo aguas dulces.

Yara siempre negaría que casi saltó sorprendida cuando las antorchas se encendieron solas en la fortaleza, a veces, aún era difícil recordar que estaba en compañía de dos dioses, literalmente hablando.

- Dioses, dragones, aguas que hierven solas- susurró ella ¿Qué más faltaba?

Siguió murmurando para si misma, y se sonrojó cuando vio que Daemon Targaryen sonreía. Él la había escuchado, genial, ahora él pensaría que era una niña sorprendida, y ella era todo menos una niña. 

- Eres una niña- dijo Daemon mirándola y Yara lo miró espantada.

- ¿Puedes leer mi mente?- dijo ella sintiendo un maldito sonrojo expandiéndose por sus mejillas. Ella era dura, ella no se sonrojaba, ella no era una niña, definitivamente.

- No, puedo ver tus expresiones, y si eres una niña para nosotros- dijo Daemon y Rhaenyra sonrió.

Yara se quedó en silencio sin querer discutir. No era una niña, y no discutiría eso. Aunque era agradable sentirse protegida.

Dany por su parte luego de sonreír con lo que sucedía, siguió avanzando por el lugar, preguntándose que podía haber allí, era un lugar tan banal y simple ¿Qué podía haber allí?

- No podría haber nada oculto en este lugar- dijo Daenerys mirando el lugar que no parecía tener nada de llamativo o siquiera algún lugar donde esconder algo.

Daemon miró el lugar y Rhaenyra caminó hacia las dos chicas y se paró a su lado entonces, Daemon incendió el lugar.

Las llamas cubrieron todo, excepto a ellos cuatro.

- El fuego revelará el camino- dijo Rhaenyra y ellas asintieron, entonces cuando las llamas cubrieron todo, un gigantesco agujero se abrió en el piso, una puerta oculta por donde el fuego deseaba entrar.

Las llamas se extinguieron casi por obra de magia y ellos caminaron hacia la puerta de piedra.

- ¿Cómo abriremos esto? Ahora arde, debo mencionar- dijo Yara viendo como la puerta de piedra parecía estar hirviendo, y los Targaryen no se quemarían, pero ella si y no tenía intenciones de morir achicharrada por una puerta de piedra.

Daemon y Rhaenyra examinaron la piedra y vieron extrañas inscripciones en ella. Cuando intentaron tocar la piedra, no pudieron hacerlo pues había una barrera que les impedía derribarla.

- ¿Qué puede ser lo que ocultaron acá?- preguntó Rhaenyra mirando a su esposo que parecía pensativo.

- Sea lo que sea, lo descubriremos, de una forma u otra- dijo Daemon intentando leer esas escrituras.

La maldición de la casa Targaryen ( Daemyra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora