♡┊𝒄𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 2

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El alfa despertó solo en la cama, su Omega no apareció en la noche y eso lo había cabreado un poco. Odiaba dormir sin su Omega, pero era entendible después de lo que pasó anoche. No era la primera vez que pasaba y seguía sin darle importancia. Se dio una ducha y vistió con su traje más elegante, como en todas las mañanas.

Bajo las escaleras caminando al comedor, miró a la señora Kim preparando la mesa, pero solo con su plato.

—Buenos días señora Kim.

—Buenos días alfa Jeon. En un momento le serviré su almuerzo.

—Gracias. ¿Dónde está mi Omega? —le pregunta a la anciana mujer tomando asiento.

—El Omega Jeon salió muy temprano. Me pidió que le dijera que estaría ocupado con lo de su club, que llegará en la noche. Con permiso. —hace una reverencia y se marcha.

Jungkook bebía el café con amargura, como odiaba que Jimin siempre haga estás cosas. Dejarlo solo le molestaba, debía entender que hacer sus berrinches no lo llevaría a nada bueno. Ha estado estresado estos días para sacar adelante la empresa de su abuelo, tenía que poner orden y lo estaba logrando.

No podía perder el tiempo en cosas como lo que Jimin quería. Odiaba esa sensación, porque le hacía sentir mal y un mal alfa, su lobo se lo recordaba siempre, agregando que estos días siente la necesidad de su lobo de estar con su Omega. Lo ignoro por supuesto, su lobo no mandaba, él tenía el control. Hay cosas más importantes, su Omega siempre estará ahí, no tenía miedo de eso.

Termina con su desayuno y se marcha a la empresa. Ya después hablaría con él. Cuando llega a la empresa, un hombre le abre la puerta, sale luciendo demasiado poderoso mientras las omegas y betas que lo veían suspiraban por su jefe. Camina mientras sus empleados le hacen una reverencia diciéndole buenos días. Jungkook como es un alfa demasiado estoico no les dijo nada, simplemente pasó de ellos.

Para él tener este tipo de comportamiento era mejor, así no se creerían sus amigos y se pondrían a trabajar que es lo que deben hacer. Subió al elevador, rodeado de sus empleados alfas quienes les decían lo que estaba pasando en su mundo de negocios.

Sale y estos le siguen detrás, lo saluda su secretaria haciendo una reverencia.

Jungkook se detiene con ella.

—¿Hay alguna llamada de la familia Min? —pregunta con una voz áspera.

—Si señor, la hermana de Min Yoongi vendrá en la tarde a hablar con usted.

El alfa soltó un suspiro cansado al escuchar eso.

—¿Algo más?

—No señor Jeon. Todo lo pendiente con sus reuniones lo tiene en su escritorio.

—Gracias.

Se marcha a su oficina y la Omega se sienta dejando salir el aire contenido. Ser la secretaria del alfa era un arduo trabajo, siempre venía con esa actitud fría que congela la oficina, no basta con eso, su oficina si parece congelador. El alfa adora el frío por lo que nadie soporta estar tanto ahí dentro.

No entiende como el Omega Jimin se enamoró de alguien como él.

Jungkook se sienta en su escritorio y comienza a trabajar. Tenía un día ocupado, como siempre. Pero incluso hoy que es un día rutinario no dejaba de pensar en su Omega, con la discusión que tuvieron ambos. Tal vez mañana lo lleve a cenar, con eso tendrá para estar contento.

Lo llaman y contesta el teléfono mirando su computador.

—¿Qué pasa, Joy?

—La señorita Min Soojin llegó.

¿𝖺𝗎́𝗇 𝗁𝖺𝗒 𝖺𝗆𝗈𝗋? ❜𝗄.𝗆❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora