#8. Maldito sueño.

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||ADVERTENCIA: Posiblemente no les guste este capítulo, pero es muy necesario. Espero sus comentarios de odio.|||

-Freen: ¿Cenamos juntos esta noche?.

La castaña vió con ansias el mensaje que le había enviado a su amigo, pidiendo por una respuesta positiva. La conversación con Nam la hizo sentirse tan contrariada, que sentía que lo único que podía hacerla dejar sus absurdos pensamientos con aquella mujer, era pasar más tiempo con Richie. Que gran error.

-Richie: Encantado, linda. ¿A que hora paso por ti? ¿Algún sitio especial al que quieras ir?.

Freen sonrió y sintió mariposas revoloteando en su estómago. Richie es todo un caballero.

-Freen: De hecho me encantaría cenar algo casero, ven a mi casa a las 8, estoy intentando una nueva receta y me gustaría que la pruebes.

-Richie: Eso me suena a una maravillosa idea. ¿Vino tinto o blanco?.

-Freen: ¿Que tal unas cervezas? Sirve y podemos conversar un rato después de la cena.

La castaña mordió su labio inferior inconscientemente, pensando en qué esa noche podría ser prometedora y la verdad, deseaba con todo su ser, que las cosas con Richie avanzaran un poco. Por su propio bien.

-Richie: Perfecto, preciosa, te veo en la noche.

Tras dichos mensajes, siguió con su jornada laboral hasta que a la hora del almuerzo, Nam le invitó a comer en un restaurante cerca de las oficinas. Ambas estaban muy calladas, como si no tuvieran nada de lo que hablar, cosa que Nam no pasó desapercibida. Sin embargo no quiso preguntarle a su amiga qué le sucedía para no incomodarla. Nam sabía que algo tenía que ver con la mujer de la cafetería.

Por su lado, Rebecca leyó con atención el mensaje en su celular justo cuándo se encontraba almorzando. El rechazo de Freen le dejó un sabor amargo de boca, porque si que le atraía, pero no era algo por lo cuál morirse. Al fin y al cabo es sólo una mujer.

Al caer la tarde, Freen logró ir por su auto en taxi y volvió a casa para preparar todo para la visita de Richie. Quería hacer su mayor esfuerzo con la cena, así que optó por pescado al horno, la comida favorita del castaño. Al terminar de preparar la comida, corrió a su habitación para tomar una ducha rápida y vestirse. Optó por un vestido largo de colores naranja, azul y blanco, con un estampado particular; el cabello suelto y liso; zandalias bajas; y un maquillaje sencillo como siempre. Se miró al espejo conforme con lo que veía, y luego de retocar ligeramente el labial rosa en sus labios, corrió a la puerta principal en cuánto escuchó el timbre.

Richie estaba detrás de la puerta, sujetando una bolsa de papel con algunas cosas y muriendo de nervios. Al verse, ambos se dedicaron una suave sonrisa, y se saludaron con dos besos en sus mejillas, como era costumbre para ellos.

-Adelante.- Freen le invitó a pasar y recibió gustosa la bolsa que le extendió el chico.

Los dos se sentaron en el sofá grande de la sala de estar de la castaña y se miraron con timidez.

-Traje un par de cosas para compartir y otra solamente para ti.- mencionó Richie dirigiendo la mirada a la bolsa que sujetaba la castaña.

Al revisar la bolsa, lo primero que sacó fue una botella de vino blanco, seguida de una caja que contenía una tarta de frutos rojos y por último, un envase de duraznos.

-Esos son para ti.- dijo sonriente el castaño y Freen sonrió agradecida.

-Gracias, son mi fruta favorita.- mencionó viéndolos con ansias.

Call of Love [FreenBecky]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora