Call of Love [FreenBecky]

#10. ¿Arrepentirse?

-¿Está todo bien?.- Rebecca metió sus manos a los bolsillos de la chaqueta de mezclilla que llevaba puesta. Freen suspiró porque no podía encontrar con la vista a su amiga y se resignó a que ya lo hecho estaba hecho. Rebecca estaba allí.

-Si, yo...- acomodó su postura que de pronto se había inclinado.- lamento haberte enviado ese mensaje.- obviamente ella no había enviado ningún mensaje, pero no le quedó opción que aceptarlo y resignarse.- posiblemente estabas ocupada y yo te interrumpí.

-No te preocupes, lo que estaba haciendo no es tan interesante como verte sonrojada por el alcohol.- le dedicó una sonrisa ladeada que hizo que el corazón de Freen se acelerara y sus mejillas se enrojecieron aún más.- ¿Quieres irte ya o podemos tomarnos un trago más? Quiero aprovechar que vine hasta aquí, hoy fue un largo día.

-Está bien, podemos quedarnos otro poco.- respondió acomodando su cabello con nerviosismo y lamentando de no haber ido en su coche, ahora tendría que estar cerca de esa mujer con toda esa vibra tan... seductora.

Rebecca la miró de arriba hacia abajo, detallandola perfectamente. Desde que la vió no se había fijado en lo hermosa que se veía esa noche. Freen es una mujer bella, esbelta y con un rostro de ángel, lo que a Becky la volvía loca. Le encanta esa mujer y por eso no pudo evitar morderse el labio mientras sus ojos escaneaban el cuerpo de la más alta.

Por supuesto que Freen notó esa mirada y como se lo imaginarán, un fuego se instaló en sus mejillas y en su vientre. Nunca se había sentido tan descubierta ante unos ojos, y sin necesidad de quitarse la ropa, sentía que los ojos de Becky la estaban desnudando. Vaya sensación.

Una vez en la barra, Becky pidió una cerveza, mientras que Freen un vaso de agua. La más alta se negaba a seguir tomando, se encontraba un poco mareada y no quería llegar al estado de embriaguez, temía hacer o decir algo estúpido. Rebecca notó como Freen se negaba a tomar, pero no le dió importancia, igual sólo planeaba tomarse dos cervezas porque no suele conducir bajo influencias del alcohol.

-¿Y bien, viniste aquí con una amiga?.- preguntó Becky llevando la botella de la cerveza a sus labios.

-Con mi mejor amiga, si.

-¿Y ella dónde está?.- alzó una ceja y sonrió un poco burlesca.

-No tengo ni la más mínima idea.- frotó su frente con frustración.- vinimos en su auto, se supone que ella me llevaría a casa.

-Vale, entonces ella te dejó sola y decidiste escribirme para que viniera por ti, ¿no?.- Freen frunció el ceño, ella definitivamente no le había escrito, pero suspiró porque tendría que aceptar que hizo algo que no hizo.- hey, no me enoja que recurrieras a mí, me siento halagada.

-Siento que lo dices en modo de burla.

-Para nada, linda.- negó con la cabeza tomando de nuevo de la cerveza.- es sólo que me sorprendió... creí que no querías verme más.

-¿Por qué lo dices?.- preguntó sintiéndose curiosa ante la expresión de decepción de Becky.

-Dijiste mil pretextos para que no fuera por ti ayer, supuse que simplemente no querías verme y por eso no seguí insistiendo.- se encogió de hombros. Freen la miró atentamente cuándo movió su mano a través de su cabello. Sensual.

-No eran pretextos...

-Freen Sarocha, sé reconocer bien un pretexto.

Rebecca tomó de un gran sorbo el resto de su cerveza, dejando su labio inferior húmedo y brillante, lo que llamó por completo la atención de Freen. Inconscientemente, pasó su lengua por sus propios labios, sin apartar la vista de los ella. La tensión entre ambas era algo casi palpable, y las dos lo sentían. Becky notó la mirada de Freen en sus labios y sonrió ligeramente, porque si Freen tan sólo supiera lo hipnotizada que la tienen sus labios también.