Call of Love [FreenBecky]

#15. Es ella.

-Mamá.- saludó Freen abriendo la puerta de su casa y sonriendo nerviosamente.

-Cariño, hola.- saludó la mujer con una sonrisa cariñosa.

-¿Que haces aquí? Nunca vienes sin avisar antes.- su ansiedad acrecentaba cuándo no escuchaba aún la puerta de su habitación ser cerrada.

-Cariño, desde ayer te he estado enviando mensajes y llamándote, pero es como si te hubiera tragado la tierra.- se adentró a la casa y Freen cerró los ojos preocupada antes de cerrar la puerta principal.- tenía que venir a cerciorarme de que estás bien.

-Lo estoy, lo siento madre, es que tengo visitas y descuide mi celular.- ambas se sentaron en el sofá y se abrazaron con cariño.

-Lamento haber venido sin tu consentimiento, sé cuánto valoras tu privacidad, pero estaba preocupada.- la mujer acarició dulcemente el cabello de su hija.

-Yo me disculpo por no haberte respondido, madre.- hizo un acto de reverencia y la mujer la hizo alzarse enseguida.

-Muy bien, ¿me dirás dónde está tu visita?.- preguntó con curiosidad.- ¿se trata de algún chico?.

-Oh no, es una amiga... ella...- suspiró con nerviosismo.- creo que aún está durmiendo.- miró hacia el pasillo de las habitaciones.- anoche fuimos a tomarnos unos tragos y terminamos volviendo aquí, así que se quedó.

-¿Nam?.

-Ehmm no, no es Nam.

-No tienes muchas amigas, Cariño... creo que sólo a Nam.- comentó la mujer con cierta tristeza en su voz.

-Es una nueva amiga, madre.

Se escuchó cómo la puerta se abría y de una de las habitaciones salió Rebecca usando nuevamente el jersey que Freen le había prestado, metiendo en su bolsillo su celular. Su cabello ya no estaba alborotado, y lucía bastante fresca. La castaña se acercó a la sala de estar con timidez.

-Buen día.- saludó con una reverencia a la mujer mayor, quién le respondió igual de amable y educada.

-Madre, ella es Rebecca.- las presentó.- Rebecca, ella es mi madre.

-Un gusto conocerle, señora.- nuevamente la reverenció con sus manos unidas.

-El gusto es mío, querida.- correspondió el saludo.- lamento si interrumpí tu sueño.

-No se preocupe, ya estaba bastante despierta.- dirigió su mirada a Freen quién estaba sonrojada y nerviosa.- Sarocha, me han llamado del trabajo y tengo que irme.- mintió para safarse de la incomodidad.

-Esta bien, hablaremos luego.- aceptó sintiendo alivio de no tener que vivir un momento incómodo con Rebecca y su madre.

-Necesito...- señaló con su pulgar la zona dónde está la cochera, sintiéndose apenada.

-¡Claro, claro, tu motocicleta!.- Freen soltó una risita y se puso de pié.- ya vuelvo madre, dame un minuto.

-Vayan tranquilas, chicas, yo iré a la cocina a preparar un poco de té.- la mujer se puso de pié también y se dirigió a la cocina.

Freen y Becky caminaron en silencio hacia la cochera, dónde estaban guardados el auto de Freen y la motocicleta de Rebecca. Una vez allí, la más pequeña fue quién dejó salir una risa contenida.

-¿Crees que se haya dado cuenta de algo?.- preguntó en voz muy baja.

-No lo sé, espero que no.- frotó su frente con temor haciendo que Rebecca se riera nuevamente.- no te rías.- la empujó suave sonriendo nerviosamente.- mi madre tiene llaves de mi casa, pudo haber entrado sin tocar y la primera vista que tendría sería...- cerró los ojos sin poder decirlo.