#11. El Tour.

2.1K 272 41
                                    

-¿Estás segura?.- preguntó Freen mirando al frente con ansias. Su boca estaba hecha agua.

-Si...- murmuró Rebecca sintiendo como sus mejillas estaban calientes, seguramente rojas y su frente ligeramente sudada.- no aguanto más.

Freen no esperó ni un segundo más después de esas palabras y finalmente inclinó su rostro, mordiendo y mojando sus labios y lengua con la delicia frente a ella. Una especie de gemido de puro placer se escapó de la garganta de Freen y Rebecca la miró con una sonrisa divertida en su rostro porque le causaba mucha gracia su reacción al probarla.

-Joder...- murmuró la más alta con dificultad para hablar.- que jodida delicia.- masticó con la boca llena por completo.- ¿Cómo puede no gustarte la comida picante?.

-Tengo límites y créeme que esta comida lo excedió.- comentó tomando un gran sorbo de su té. Buscaba aliviar su lengua de esa sensación picante que le había dejado la comida.

-Que exagerada, apenas y se siente el picante.- Freen negó con la cabeza y volvió a morder la hamburguesa.- ¿ahora que vas a comer?.

-No te preocupes.- Becky sonrió por el buen apetito de la castaña.- justo ahora no tengo hambre de comida.

-¿Entonces de qué tienes hambre si no es de comida?.- preguntó Freen masticando aún.

Rebecca se quedó muda, pero no evitó reírse picaramente antes de acercar su mano y pasar su dedo pulgar por la comisura del labio inferior de Freen, quitando el exceso de salsa de este. Estaba deseando que su pulgar fuera su lengua. La más alta se quedó inmóvil sintiendo el tacto del dedo de la mujer en sus labios, acto que despertó aún más el deseo en su interior. Deseo que aumentó de sobremanera en cuánto Rebecca hizo el siguiente movimiento, llevando su dedo pulgar lleno de salsa a su propia boca y chupandolo en lo que Freen percibió como cámara lenta.

Las dos continuaron en completo silencio, pero sin dejar de verse en ningún momento, era como una batalla para ver quién podía estar más tiempo sin hablar. Rebecca fue quién rompió el contacto visual para admirar la sala de estar de la casa de Freen. Era un espacio bonito, con decoración minimalista, dónde el blanco predominaba haciéndo que se viera bastante espacioso. Había algunos cuadros de pinturas en las paredes y en uno de los muebles un par de fotografías junto a una imagen de Buddha.

-Tu casa es muy bonita.- comentó Becky acomodándose en el sofá para quedar recostada de lado y así poder ver bien a Freen.- me gusta la decoración sencilla.

-Gracias.- respondió limpiando su boca con una servilleta.- siempre me ha gustado lo sencillo, no soy tan fan de lo extravagante.

-Por fin conozco algo de ti, más allá de tu nombre.

-Al menos tú conoces todo mi nombre, yo apenas sé que te llamas Rebecca.- Freen rodó los ojos.- a secas.

-No tiene nada de importante.- Becky se encogió de hombros despreocupada.- te propongo algo, ¿qué te parece si abrimos la botella de vino, nos servimos dos copas y me muestras el resto de tu casa?

-¿Y eso en qué me beneficia a mí?.- preguntó ahora Freen, con un tono de burla, robandole una sonrisa a Becky.

-Luego vemos.- respondió la más pequeña con ese tono coqueto que Freen obviamente percibió.

Freen no estaba en condiciones de negarlo, pero ese tono coqueto y sugerente la tentaba, y ella ni siquiera sabía porqué. No entendía bien, cómo es que Rebecca tenía tanto poder para desestabilizarla. Aceptando la propuesta, se puso de pié para ir a la cocina por dos copas y de vuelta con Becky, sirvió el vino para ambas.

-¿Te molesta si me quito la chaqueta?.- preguntó la más bajita.

-N-no...- respondió con un repentino nerviosismo.

Call of Love [FreenBecky]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora