Mundos diferentes (RE 6) |Piers Nivans|

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Última oportunidad

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El plomo contra el metal provocaba un sonido ensordecedor que lograba desubicarme y mantenerme alerta de los enemigos que lograran llegar a mi escondite. Apenas pude percatarme de ellos busqué el escondite más firme y cercano a mi posición, aunque eso no impidió que una bala me hiriera apenas rosando mi brazo. El dolor era soportable a comparación de todas aquellas que hubiera recibido si no reaccionaba a tiempo. Mi espalda recargada en una infraestructura de metal, por donde quizá pasaban las conexiones de electricidad, sentía la frialdad de mi aliado en el campo enemigo, pero solo era cuestión de minutos o el uso de un arma más potente para destruirlo y dejarme al descubierto.

Delante de mí la pared de metal era perforada por la munición de armas enemigas, amenazando con dejar entrar el agua marina e inundar el sector donde me encontraba. Los estruendos de las instalaciones cercanas a donde yo luchaba por sobrevivir me urgían a salir de ahí y llegar cuanto antes al último campo de batalla para evitar que Piers cometiera aquella locura que fue el motivo de mi llegada a ese mundo. Mi mente divagó en varios escenarios en los que pretendía detener al enemigo por algunos segundos que me permitieran abatirlos uno por uno y quizá abriéndome paso en busca de una salida y acceso a la zona de la batalla final. Pero no lograba pensar con claridad, los ruidos estridentes elevaban mis ansias y adrenalina a niveles que no lograba manejar, ni siquiera en aquellas veces donde los profesores se ponían de acuerdo para dejar proyectos amplios con una fecha de entrega separada por solo algunas horas o días me ponían de aquel modo. Aquello era demasiado.

Un ligero movimiento de mi cuerpo hizo que el gancho de Ada tuviera contacto conmigo, dándome una pequeña idea que empecé a estructurar cuidadosamente. Tenía solo una oportunidad, solo una, de lo contrario me arriesgaría en vano. Rápidamente, y cuidando no exponer alguna extremidad, logré alcanzar los restos de un enemigo que maté cuando su ataque me tomó por sorpresa, y lo despojé de algunas prendas que me servirían para distraer a los que me continuaban atacado. Con algunos extremos de la prenda sujeté muy bien el arma con el fin de que ésta no se cayera antes de ser jalada por el cable.

—Espero que esto funcione...

Busqué un punto lo más alejado de mí en el techo de la construcción, siendo un ducto de ventilación el adecuado. Corroboré el cargamento de mi arma, llenándola con las ultimas municiones que me permitirían dar seis tiros y de ahí solo me quedaría improvisar, con suerte un enemigo para nada pensante me facilitaría el acceso a una de sus armas.

Cuando mi espalda se dirigía al muro de metal que empezaba a presentar pequeños orificios con hilos de agua salada ingresando por ahí. El tiempo era más que justo y limitado para salir de ese lugar, así como tratar de llegar antes o a tiempo al momento en que mi capitán y teniente lograrían escapar de Haos, por segunda vez.

Suspiré conteniendo el aliento, manteniendo mi pulso más firme que otras veces para disparar el gancho mientras que mi diestra sostenía mi escopeta preparada para el asalto. El sonido del disparo y el cable deslizándose por el metal del arma fueron mi señal para tomar con ambas manos la escopeta y disparar sin vacilaciones. Actué justo a tiempo pues uno de los enemigos se acercaba a mi posición y fue el primero en ser derribado, dejando un arma a mi alcance cuando la necesitara, la ventaja de aquella escopeta y el espacio recudido era que podía acabar con dos de un solo tiro, o al menos aturdir al segundo.

Con rapidez y manteniendo la escopeta preparada para disparar, me acerqué al arma delante de mi sujetándola con fuerza. Regresé a mi escondite, recibiendo a más invitados que portaban nuevas armas y quizá más potentes. Eran cuando menos seis de ellos. Redfield entraría en pánico si me viera en esta situación, y al pensarlo sonreí de lado, no por nada había trabajado con él hasta el cansancio y Nivans no desperdició su tiempo enseñándome a utilizar armas de precisión.