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Iniciamos el año con la primera actualización que hago jajsjsja

Les pido que no me odien por dejarla por un tiempecito, ya estoy empezando a retomar mis historia y finalizar esta oficialmente es una de mis prioridades.


De vuelta a casa

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FINAL DE LA CAMPAÑA DE CHRIS


Cuando mi cuerpo se desvaneció, Nivans se apresuró a sostenerme entre sus brazos antes de caer en seco y darme un golpe severo en la cabeza. Sus ojos se pasearon por mi figura hasta llegar a mi pierna herida, dónde el vendaje estaba al rojo vivo, señal de estar perdiendo sangre y, quizá, la vida.

—Capitán... —llamó el teniente.

Su tono preocupado urgió a Chris a acercarse y comprobar mi estado. Lo único que ellos podían hacer era detener la hemorragia con el poco equipo médico que les quedaba. Nivans se arrodilló conmigo en brazos, procurando dejarme en una posición más cómoda que les permitiera tratar mi herida hasta salir a la superficie, y no para de culparse por sentir una gran felicidad de verme con vida, aunque la ansiedad empezaba a carcomerlo por dentro por creer que en ese momento me perdería de verdad.

Pasó toda la noche tratando de contener sus emociones. Se sentía impotente, pero se decía que debía preocuparse un poco más por las acciones de Redfield bajo los efectos de la latente venganza que tenía hacia Carla Radames, tanto como al poco equipo que les quedaba. La tristeza abandonó su cuerpo en cuanto me vio tras empujarlo y no supo cómo reaccionar entonces. Solo hasta que oyó mis gritos de dolor, y por ello también se sentía culpable. Aquella emoción estaba ahí para provocarle punzadas en el pecho, porque se decía que no había sido lo suficientemente competente para protegerme en esa ocasión.

«Si tan solo hubiese puesto más atención, ella no estaría herida», se decía y se lamentaba. Sabía que mi vida corría peligro si seguía perdiendo más sangre.

—Déjame ayudarte —Redfield se situó al otro extremo, analizando mis heridas para para poder determinar qué hacer cuanto antes.

Sin embargo, solo les quedaba retrasar un poco más la pérdida de mi sangre, esperando que fuese suficiente para que el equipo médico lograra tratarme a tiempo. Pero a Nivans empezaba a consumirlo la ansiedad, no veía la hora en que la capsula de escape saliera a la superficie, facilitando nuestra localización en medio de las aguas chinas y no pudo evitar pasar su mano sobre una de mis mejillas, sin poder tocar mi piel y bajo la atenta mirada de Redfield. Quizá para entonces ya no le importó poner en riesgo su trabajo. Estaba dispuesto a aceptar las consecuencias de mostrar sus emociones en aquel momento..., deseando haberlo hecho antes cuando yo podía mirarlo a los ojos.

Pero Refield no diría nada. No tendría por qué cuando él también pasaba por una situación similar. Sin embargo, antes de que alguno de ellos dijera algo o simplemente dejara escapar un suspiro lleno de añoranza y esperanza, las puertas metálicas de la cápsula se abrieron ligeramente, alarmando a los soldados por aquel sonido inesperado. Chris se puso de pie y pudo observar la luz de un nuevo amanecer y no dudó en abrir las puertas en su totalidad, sofocando a Nivans con la luz del sol de esa mañana.

Ambos observaron el mar, ondeando ante sus ojos con gran calma, como si en sus profundidades nada de lo que ellos vivieron hubiera pasado. Chris se posicionó al borde de la cápsula, observando a los alrededores para encontrarse con la nada.

Mundos diferentes (RE 6) |Piers Nivans|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora