Capítulo 06: Verte con los mismos ojos

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Salí del ascensor y caminé por los pasillos del Gardbich Wildvone Center de Toronto

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Salí del ascensor y caminé por los pasillos del Gardbich Wildvone Center de Toronto. Axel camina detrás de mí acompañándome hacia la recepcionista, la cual me atiende minutos después de registrar a una chica para una cita con su ginecólogo.

—Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarle? —me pregunta.

—Vengo a retirar unos resultados de la paciente Avery Jones, se hizo unos análisis la semana pasada.

—Un segundo, por favor.

Esperamos tranquilamente mientras la chica tecleaba algo en su computador.

Avery me había pedido el favor de pasar por sus resultados, ya que estas últimas semanas no se ha sentido nada bien. Dice que pueden ser efectos post parto, pero Adler la trajo a hacerse unos exámenes para salir de dudas.

Adler se quedó en casa cuidando de Emery ya que yo no quise hacerlo y, además, para estar pendiente de Avery, la cual cada día le daban dolores de cabeza y vómitos de la nada.

Papá le pidió a Axel que me acompañe ya que no me cree capaz de buscar un puto papel por mi cuenta.

Él y yo todavía no nos hablamos, yo por mi orgullo y él por... no tengo idea, sinceramente. Solo sé que antes de mi examen final fue muy amable conmigo y por la tarde actuó como si yo no existiera en lo absoluto. Y he de admitir que eso me hirió un poco.

—Si, Avery Sophia Jones Davies, aquí está.

Me entregó un par de papeles que intenté ojear pero me di por vencida al no entender nada.

—Muchas gracias.

Caminé sin esperar por Axel que sabía venía detrás de mi. Él sostuvo la puerta para dejarme pasar, yo ni le miré, simplemente caminé hasta el ascensor y esperé que llegara.

Una familia salió cuando abrieron las puertas. Yo entré junto a Axel en completo silencio.

Ninguno dijo nada en ningún momento, todo parecía ir realmente tranquilo, como si ya este momento incómodo terminaría muy pronto. Solo quedaba dirigirnos al estacionamiento y un rato a solas en su auto camino a casa.

Puedo soportarlo.

Pero soy una Jones, y claramente no me salvo de alguna desgracia. Fruncí el ceño con desesperación tocando los botones del ascensor cuando este se detuvo abruptamente.

Las luces empezaron a parpadear hasta que en un momento, todo se volvió oscuro.

El día andaba nublado desde muy temprano, no me extraña que hubiese una falla eléctrica.

Le dejé los papeles a Axel y me acerqué a la puerta mirando los botones con desesperación-

—No puede ser, no puede ser, no puede ser —intenté pulsar cada uno de ellos, pero nada— ¡Maldita sea!

Lo que nunca tuvimos [#2] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora