Capítulo 22: La razón de la mía

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Ver a la única hija de mi hermana, aferrándose a mis piernas mientras está en el funeral de su propia madre, ha sido la imagen más difícil de presenciar

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Ver a la única hija de mi hermana, aferrándose a mis piernas mientras está en el funeral de su propia madre, ha sido la imagen más difícil de presenciar.

Toda la familia había viajado hasta Alemania para despedir a Avery, incluso mamá.

Fue muy raro verla después de tanto tiempo, la última vez que la vi tenía once años. No quise hablar con nadie, Emery se aferraba a mí y yo a ella, estaba segura que en cualquier momento me derrumbaría si alguien se acercaba a preguntarme algo.

Adler dio unas palabras y más de tres veces tuvo que pausar su discurso para tomar un respiro, estaba devastado, algunos le miraban con tristeza, otros lloraban en silencio con él, pero yo no me atrevía a decir nada en ese momento, sabía que podría llegar a terminar peor que él.

—Avery Sophia Jones Davies... mi Sunshine, desde que la conocí supe que era ella, porque todo se sentía bien, en paz. No creí que ella era todo lo que siempre estuve anhelando tener, sentir, pero sí estaba seguro que era la indicada y sin pensarlo se convirtió en todo para mí. Dejarte ir siempre fue mi mayor miedo, Sunshine... y se está cumpliendo más rápido de lo que creí, nunca fui bueno con las despedidas, tú lo sabes mejor que nadie, pero te prometo que desde hoy y para siempre, aunque tu alma esté ausente, tus escritos siempre mantendrán tu recuerdo presente. Te amo y lo que más me duele es que salvé muchas vidas, pero no pude salvar la razón de la mía.

Con ese último comentario, Adler volvió a su lugar entre lágrimas, su madre lo abrazó y me dolió tanto verlo tan vulnerable. Emery al ver a su papá de esa forma, alzó sus brazos hacia mí intentando llamar mi atención, la cargué e inmediatamente se aferró a mi cuello evitando ver a su papá.

—Tía... ¿por qué llora? ¿Qué pasa? —me susurró al oído.

Yo no supe qué responder, así que me limité a abrazar a la pequeña con todas mis fuerzas. Me duele saber que ahora ella crecerá sin una madre justo como yo lo hice.

Me aterra que Em pase por lo que yo, me aterra que con el tiempo no pueda recordar nada de su mamá, no quiero que crezca creyendo que está sola.

Desde ese día en adelante la pasamos en Alemania con Adler, papá y yo bajo el mismo techo, nuevamente.

Mamá se quedó en un hotel y luego regresó a Australia, Luke se quedó con ella, Logan, Rachel, Maevis y Nicole asistieron también al funeral, solo que esta última decidió no acercarse mucho por respeto a la memoria de mi hermana y lo que sucedió la última vez que se vieron.

—¿Tú eres Morgan? —me habló una rubia, cuando ya todo había terminado y estuve a punto de irme.

Emery se había dormido entre mis brazos. No quería molestar a Adler, así que me encargué de ella el resto del día.

—Sí, soy yo. ¿Te conozco?

—No lo creo, soy Bella Pasquier, trabajé con tu hermana en Lodwest. Quería decirte que lamento mucho su pérdida, ella siempre hablaba sobre ti cuando trabajó por primera vez con nosotros.

Lo que nunca tuvimos [#2] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora