Desde que conozco a Axel, sé que ha sido reservado con su vida. En cuanto a mi, realmente de vez en cuando soy un libro abierto que solo las personas que me conocen realmente pueden leerme a detalle.
Aquella tarde de octubre tuvimos nuestra primera cita...
Y todo comenzó con un "Eres una cobarde" cuando tenía trece años.
—¿Cobarde? Mírate al espejo, idiota —respondió aquella pequeña versión de mí.
—Oye, cuida tu boca, Morgan. Deja de estar a la defensiva.
—Soy la mejor en todo lo que hago, Kingsley.
—Si tú lo dices...
Volví al presente observando a mi alrededor, todavía seguía analizando muchísimo la situación. Axel había llegado a mi puerta con un ramo de tulipanes blancos sabiendo que eran mis favoritos, me adentré con él a un viaje sin destino simplemente confiando en que él sabía lo que hacía, pero en ningún momento me quiso decir hacia dónde me llevaba.
Cuando estuvimos a punto de llegar me vendó los ojos, haciendo de toda esta situación una "sorpresa", pero yo realmente odio las sorpresas.
Entonces aquí estaba yo, anonadada observando la gran pista de hielo frente a mí.
—¿Te gusta?
—¿Por qué me trajiste aquí para nuestra primera cita? —pregunté, confundida.
Le miré a los ojos con las manos temblorosas, hace años no pisaba una pista de patinaje, cuando abuela Berenice murió saqué todas esas pasiones de mi sistema.
Él notó que estaba un poco alterada y se acercó a mí para calmarme, aunque mi mente solo era un caos de pensamientos intrusivos.
Tomó mis manos entre las suyas obligándome a respirar profundamente.
—Sé que dejaste de hacerlo porque te duele recordar, pero también sé que amas este lugar, te encantaba venir aquí, recuerdo lo competitiva que eras y también sé que dejaste muchos recuerdos increíbles en esta pista de patinaje. ¿No te gusta?
—Me encanta, extrañaba esto, pero... me duele, me hace sentir culpable estar aquí sin ella.
—No pienses eso, te aseguro que ella está muy orgullosa de ti e incluso feliz de que sigas haciendo lo que amas por ella.
—¿Cómo te diste la idea de que quería regresar a patinar?
—Solo lo supe, pero también noté que tienes miedo. Odias recordar y es válido, Morgan, no puedo juzgarte, pero si puedo ayudarte a crear nuevos recuerdos, unos agradables sobre un lugar que te hace tan feliz. Ahora, siéntate —señaló el banco.
Le miré divertida.
—¿Qué? ¿Me vas a poner los patines como si fuera una si fuera una princesa? —bromeé.
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Lo que nunca tuvimos [#2] ✔️
Ficção AdolescenteEl último año de Morgan Jones antes de ir a la universidad fue un completo caos. Su vida se complica luego de que un video comprometedor se volviera viral, exponiendo así, sus secretos más íntimos al mundo. Ahora, debe enfrentar las consecuencias de...