-Que yo también me estoy enamorando de ti.
Las palabras de Minjeong resonaron en el silencio de la cueva. Jimin cerró los ojos sin decir nada, pues poco había que decir en esa circunstancia. Acababan de confesarse la posibilidad de un sentimiento tan fuerte como aterrador ante la perspectiva de una muerte acechante. Apretó aún más el agarre de su cintura y sintió cómo ella se aferraba a su cuerpo con fuerza. Si esa era su última noche, querían pasarla de esa forma.
Jimin no sabía si la forma en la que se habían conocido había sido una bendición o una tortura. Por una parte le hubiera encantado conocerla de la forma convencional, de la forma humana; invitarla a cenar, esperar con nervios su primer beso, caminar de su mano por Ciudad de México, por París, por Atenas o por cualquier otro lugar. Pero por otro lado... La intensidad de sus sentimientos había ido de la mano con la intensidad de la situación que les había tocado vivir. Suspiró, acariciando la espalda desnuda de la persona que respiraba apaciblemente sobre ella, también sumida en sus pensamientos. Estaban ahí, juntas, y de momento, vivas. Y eso era lo importante.
-Jimin - dijo Minjeong con cautela.
-¿Si?
-Sabes que puedes contarme lo que sea y que te escucharé, ¿no?
Jimin apretó los dientes. Sabía por dónde iba Minjeong. Su sueño, la pesadilla en la que había llamado a su madre entre gritos y que sólo había remitido con la presencia de la otra cerca.
-Lo sé.
Pero no podía contárselo. ¿Qué iba a pensar de ella si le mostraba su lado más oscuro, la parte más oculta de su pasado? La miró, sus ojos oscuros escrutando su interior, sus mejillas aún sonrojadas de pasión y de esfuerzo, su pelo secándose del agua del lago.
-No voy a obligarte a contarme nada - continuó -. Sólo quiero que sepas que no estás sola, Jimin. Que nunca lo has estado.
¿A quién demonios quería engañar? No podría engañar a Minjeong aunque quisiera. Recordó algo que la pelirroja le había dicho tiempo atrás. "Crees que la gente se aleja de ti pero la que te vas eres tú". Intentó controlar su temblor. Tal vez había llegado la hora de sacarlo todo.
-¿Me prometes que no te vas a ir?
-Estamos encerradas en el fin del mundo, ¿dónde iba a huir?
Jimin sonrió débilmente ante su broma.
-Lo siento - se disculpó Minjeong riendo -. Te lo juro.
-No le he contado esto a nadie.
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The great 12 - Winrina/Jiminjeong
FanfictionSin saber el motivo, los hijos de los dioses Olímpicos son citados en Grecia sin explicación previa. Los titanes han escapado, y sus padres han sido recluidos en el Olimpo. Los semidioses tendrán que aprender a trabajar juntos entre escarceos sexual...