The great 12 - Winrina/Jiminjeong

Capítulo 18

2 años y medio más tarde.

                        

Estimadas señorita Yu y señorita Kim:
                         

Es un placer anunciarles que quedan oficialmente invitadas a la ceremonia de casamiento de Ning Yizhuo y Aeri Uchinaga.
                         

Habían recorrido un camino muy largo hasta llegar a aquel momento. Sólo habían pasado tres años desde que sus miradas se habían cruzado por primera vez en aquel hotel de Atenas, pero que ellas dos eran para siempre era algo que habían sabido desde el principio. Así que, ¿para qué posponer más un momento que iba a acabar llegando de un momento a otro? Y allí estaban, en aquella hacienda de la campiña inglesa, esperando el momento. Minjeong ajustó con precisión los retoques de última hora en la falda del vestido de Ningning así como lo había hecho con el de Giselle. Los vestidos de novia, además de los de Jimin y ella, eran todos parte de la colección KMJ. Ediciones especiales, por supuesto.
                       

Ningning y Giselle se habían convertido en aquellos años en sus mejores amigas, a pesar de que ellas vivieran en Inglaterra y Jimin y ella en Francia. No pasaba un mes sin que alguna de las parejas tomara un avión, o un verano sin que se fueran de vacaciones juntas. El vínculo que habían creado en Grecia era irrompible.
                         

Escucharon unos suaves golpes en la puerta donde Ningning terminaba de prepararse.
                       

- ¡Ya te hemos dicho que te pires! - gritó Minjeong, pensando que volvía a ser Giselle con un ataque de pánico.
                         

- ¿Incluso si traigo un mensaje? - dijo la voz al otro lado. Minjeong sonrió y corrió a abrir la puerta para dejar a Jimin pasar.
                         

Si los tres últimos años de su vida habían sido maravillosos era en parte gracias a esa rubia que entraba en la habitación con una gran sonrisa. Jimin se había mudado definitivamente a París, aunque pasaron unos meses hasta que decidieron irse a vivir juntas. A pesar de las confrontaciones del día a día y el tiempo que les llevó acostumbrarse a la rutina de la otra, Minjeong sentía que llevaba dos años viviendo una luna de miel constante. Paseos por la ciudad del amor, despertar desnuda a su lado, verla cocinar, esas escapadas de fin de semana que hacían con bastante frecuencia sin avisar a nadie... Incluso se podía decir que trabajaban juntas. Jimin era una de las fotógrafas principales de la marca KMJ, cosa que al principio había parecido buena idea pero después había resultado ser antiproducente. Minjeong no había pensado en que aquello significaba tener a su novia constantemente rodeada de modelos semi desnudas, así que no dejaba pasar una sesión de fotos sin pasarse por el estudio para dejar muy claro que aquella fotógrafa estaba cogida.
                         

Jimin se aclaró la garganta.
                       

- Estás muy guapa, Ningning - sonrió Jimin -. Eres la novia más guapa de esta boda, pero no se lo digas a Giselle. Que por cierto, mensaje de Giselle, para Ningning, y cito textualmente: "Ningie, hay demasiada gente ahí fuera, ¿por qué no nos escapamos y nos casamos en alguna isla desierta?".
                        

Ningning rió ante el mensaje desesperado de su aún prometida. Giselle llevaba meses en pánico, que si va a llover el día de la boda, que si seguro que los manteles no llegan a tiempo, que si se le iban a olvidar los votos. Y todo aquello la había hecho convertirse en una obsesiva compulsiva que quería organizarlo todo al milímetro.

                         
-Es idiota - zanjó Minjeong -. Seguro que no para de dar vueltas. Se va a pisar el puñetero vestido. Voy a verla, Ningning, si no te casas hoy es porque la he matado.