⚠️ Descontrol ⚠️

750 36 2
                                    

Han pasado tres días desde nuestra discusión, no ha pasado ni un solo día sin que llegue a casa con un enorme ramo de rosas rojas, con una caja de mis chocolates favoritos y con un enorme oso de peluche, acompañado de una hermosa carta de disculpa. Donde las palabras se repiten cada día:

La vida es corta y cometemos muchos errores, hay pocas cosas que hacemos bien, mi fortuna es amarte, te encontré, y cambiaste mi vida para siempre, cometo muchos errores lo sé, no debí tocarte, ese es mi peor error, lo siento muchísimo, me maldigo cada día por eso, perdóname porque yo no puedo hacerlo. La vida me enseñó a cuidar lo que más amó pero te he hecho tanto daño por mis celos enfermizos, no merezco estar a tu lado, pero sin importar lo mal que me he comportado no has dejado de amarme ni un solo día, te amo y prometo ser un mejor hombre para ti mi amor.

Lo amó sin importar sus errores, ¿estoy mal? Pregunté al espejo.

—Amor ya llegué— gritó Min Yoongi mientras entraba al departamento.

—Bienvenido Amor mío— saludé, como todos los días.

Este me miró fijamente, sonrió y me entregó las rosas que traía, eran tan hermosas, si sigue así el departamento se convertirá en un jardín en tan poco tiempo. Tomó mi mano y la beso. Sentí como mi rostro ardía de la emoción.

—Ponte bonita—dijo con una sonrisa.

—Yo siempre soy bonita— hice pucheros.

Pequeñas risas escaparon de sus labios. —Tienes razón— beso mis labios.         —Areglate, vamos a salir—.

—¿A dónde?— pregunté curiosa.

—Es sorpresa, usa algo cómodo y casual— respondió.

Estoy nerviosa, mi cuerpo cosquillea, mi cuerpo tiembla, mi corazón late con fuerza. ¿A dónde vamos? ¿Cuál es la sorpresa? ¿Acosó me pedirá matrimonio? Ante aquellos pensamientos mi corazón se aceleró aún más. Tranquilízate T.N, tranquila. Traté de calmar mi mente, miraba el paisaje por la ventana del auto. Min Yoongi mantenía la vista fija en el caminó.

—¿En qué estás pensando? Te pusiste toda roja— preguntó.

La vergüenza se apoderó de mí. ¿No estaba con centrado en el camino? No, no, no puede saber lo que pienso.

—Solo trato de adivinar cual es la sorpresa—. Mentí pero tenía algo de verdad.

Él solo sonrió sin decir nada.

¿Qué esconde este hombre? ¿Será lo que pienso? Mis nervios aumentaron. No, no, no pude pedirme matrimonio, no hoy, no en estas fechas.

El camino se me hizo muy familiar. No lo había notado antes por estar concentrada en mis pensamientos.

—Llegamos— dijo bajando del auto.

Mi sorpresa se hizo muy grande, estaba confundida y la tristeza comenzó aparecer. ¿Es aquí? ¿En verdad? ¿En el centro comercial? Me preguntaba.

—¿Qué sucede?— me miró, era claro que notó mi confundes.

—¿Es aquí la sorpresa?— pregunté. ¿Aquí me pedirá matrimonio? ¿Dónde quedó el romance?

—Si, ¿Por qué? ¿No te gusta?— preguntó desanimado.

Controlate T.N, el se esforzó por esto, no lo arruines.

—No es eso— dije.

—¿Entonces qué es?— preguntó.

—¿Cuál es la sorpresa?— pregunté, tratando de componer mi humor.

Red Flag 🚩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora