Margaritas [Flores #1]

Capítulo 10

Chloe🌼

¿Por qué se fue? ¿Hice algo mal? ¿Tuvo algún problema familiar? Acaso le molestó verme aquí y que conociera a sus amigos.

— No contesta mis llamadas — dice Tam preocupada mirando a sus amigos.

—Debió pasar algo, él no es de los que desaparece — añade Bob tomando un trago de cerveza que hace que su novia lo mire mal.

En estos momentos me siento fuera de lugar, me siento rara y culpable aunque se que yo no tengo nada que ver. Muevo mi pierna inquieta y Denisse se da cuenta porque me sujeta el brazo y habla.

—Chloe y yo debemos irnos. Fue un placer conocerlos y esperamos que Arthur no haya tenido ningún problema grave.

Ella tan sutil siempre.

—Permítanme que las lleve es lo mínimo que puedo hacer después de que Arthur se fuera de esa manera.

—No, no hay problema, Chad. Quédate en la fiesta y disfruta — le digo y seguido me despido y me disculpó por irme tan rápido ellos restan importancia y dicen que deberíamos juntarnos en otra oportunidad. Ojalá en esa oportunidad Arthur no se vaya como se fue.

Denisse hace que Bill nos lleve hasta mi casa. Mientras vamos en el auto no puedo dejar de pensar en cómo me comporte con Jake y en la forma tan rara de irse de Arthur. Saco mi teléfono y le escribo un mensaje por Instagram, aún no tenemos nuestros Whatsapps. Pero no responde tal vez si tuvo algún problema, solo espero no sea algo malo.

En la mañana me levanto al sentir mi teléfono vibrar sin parar, aún adormilada contesto y debo apartar el teléfono de mi oreja al escuchar los gritos demandantes de mi madre. Denisse me golpea en la cara con su mano y yo la empujo haciéndome espacio en la cama ¿Por qué ama dormir en mi cama tan pequeña teniendo una hermosa cama gigantesca en su habitación? Aunque la verdad no me molesta, amo dormir con ella, es como la hermana que siempre desee.

—Buenos días, mamá ¿Cómo amaneciste? ¿Todo bien? Yo estoy muy bien por si te lo preguntabas — le digo después de que se tranquilizara.

—Chloe ¿Por qué no has venido a la casa? Estuve esperándote toda la mañana. Ya es la una de la tarde y tu no respondías mis mensajes ni llamadas.

—¿Son la una de la tarde? — reviso la hora en mi teléfono rápidamente y efectivamente si es la una. Le doy una patada a Denisse que la hace soltar un quejido de dolor.

—Hoy no voy a poder ir,  el próximo domingo estaré ahí sin excusas — y así corto la llamada.

Me froto las sienes y al levantarme de la cama siento como el mundo me da vueltas, me siento sobre la cama de nuevo y me levanto nuevamente, pero esta vez lo hago lento para no marearme de nuevo.

—¿Por qué me pateaste? — chilla Deni incorporándose sobre la cama.

—Son la una y por si no lo recuerdas te comprometiste a salir con alguien a las tres.

Ella mira fijamente un punto del suelo y yo me coloco a su lado acariciando su hombro.

—¿No quieres ir? — pregunto y ella niega sin mirarme — lo llamaré y le diré que te sientes mal o que estás en tus días y no quieres levantarte de la cama, algo inventaré.