Capitulo 11

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Arthur🌼

Bones de Imagine Dragons resuena por mis audífonos mientras yo comienzo a correr por las calles hacia el parque. Son las cinco de la mañana y las calles no están tan concurridas como de costumbre, es lunes.

Corro sintiendo como mi cuerpo me pide que pare, pero mi mente solo quiere correr y correr para dejar de pensar y dejar de preocuparme por cosas que no están en mi control. Cuando la canción Bones termina me detengo y respiro profundamente tratando de recuperar el aliento. Me siento en una banca del parque y veo como la gente pasa caminado a pasos apresurados.

Desde el sábado llevo ignorando a los chicos, a mis papás y a todo aquel que quiera hablar conmigo porque la verdad no me siento con la capacidad de entablar una conversación con alguien, justo ahora no puedo ni conmigo mismo y no quiero lastimar a nadie por querer sacar toda esta frustración que cargo encima. Quisiera poder quedarme en casa todo el tiempo y no salir para nada por lo menos por un mes, pero eso no es posible.

Mi teléfono comienza a sonar e intento ignorar su sonido pero al final no lo logro y termino revisando. Así que miro el nombre en la pantalla y siento una opresión en el pecho ¿Por qué está llamando? ¿Qué es lo que quiere?

— Arthur, mi amor, escúchame por favor. Necesitamos vernos y hablar — la escucho inmediatamente cuando contesto la llamada. Pero las palabras no salen de mi boca.

Quiero verla, quiero escuchar lo que quiere decir.

Quiero verla pero no puedo. No puedo hacer esto.

— Lo siento hoy trabajo hasta tarde, no puedo — corto la llamada y en lo único que puedo pensar es en lo mal que esto me hace sentir. Esta opresión en el pecho, mis manos en puños y estas interminables ganas de golpear todo me absorben completamente, me hacen ser un desastre, un desastre por ella.

Me coloco mis audífonos de nuevo pero está vez no corro, no creo poder hacerlo sin que me quede asfixiado a medio camino, así que solo camino hasta casa. Cuando llego mamá me recibe con un desayuno que me hace respirar pesadamente porque no puedo mirarla ni a la cara, me siento como una basura por estar ignorando a todos como lo estoy haciendo.

— ¿Arthur? ¿Podrías mirarme unos segundos? — dice haciendo que la mire como me ordeno.

Tenso mi mandíbula tratando de que los nervios y la sensación de ira no me consuman, ni me hagan explotar frente a ella.

— Puedes retirar tu mirada de mis ojos si eso te molesta. Me tienes demasiado preocupada, Arthur y te lo digo así directamente porque sabes perfectamente que cuentas conmigo, que yo te escucharía hablar por horas pero de tu boca no han salido palabras desde el sábado y necesito que me digas que está pasando.

— Estoy bien madre, estas preocupada sin razón.

— Arthur no me mientas, odio las mentiras y más provenientes de tu boca. Tú nunca me has mentido y ahora no se porque mientes con algo como esto. Si estás mal debes decírmelo soy tu madre y te ayudaré en lo que pueda.

— ¡Joder! Estoy bien. No tengo nada que contarte porque ya sabes todo lo que me está pasando. Sabes perfectamente que Jenifer regreso y me está atormentando como si de un fantasma se tratase, deje a mis amigos y a la mujer con la que estaba intentando salir solos en una fiesta porque hui como un cobarde cuando ella llamo, yo iba corriendo hasta su casa pero luego pensé en todo lo que me hizo pasar y me vine directamente hacia acá ¿Para que? Para encontrarme con mi papá enfermo parado frente a la puerta mirándome fijamente recordándome lo que esa mujer me hizo. No puedo mamá, no puedo con todo esto.

— Mi pequeño hombrecito. Sabes que estoy acá para escucharte siempre, y sí yo sabía todo eso pero quería que soltaras todo y que mejor forma que hablándolo. — habla calmadamente mientras me abraza moviendo su mano de arriba hacia abajo en mi espalda.

Margaritas [Flores #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora