Margaritas [Flores #1]

Capítulo 15

Chloe 🌼

Al despertar en la mañana lo primero que veo es mi teléfono en el suelo ¿Cómo llego ahí? Al ver la hora me levanto rápidamente y comienzo a vestirme pero una persona llega a mi mente, Arthur. Anoche me sorprendió que llamara, aún más que se disculpara porque no es algo que suelan hacer los hombres que he conocido, pero él sigue sorprendiéndome y confundiéndome más, como si eso fuera posible.

Cuando ya estoy vestida y lista para salir observo las flores que reposan sobre una de mis sillas, él recordó que mis flores favoritas son las margaritas, eso me hace sonreír inconscientemente, pero solo recordó mis flores favoritas no es nada de otro mundo, eso lo puede hacer cualquiera así que…

Olvida todo lo que estés pensando e imaginado, Chloe.

Solo puedo pedir un milagro para que el día de hoy no sea tan malo como el de ayer, solo quiero trabajar a gusto sin tener presiones ni que me estén regañando, aunque eso sería casi imposible conociendo a Vicki. Solo espero que esté día no me vaya tan mal y también espero que Arthur me envíe un mensaje porque si no tendré que ignorar su intento de disculparse de anoche. Su voz es tan linda que podría escucharla todo el tiempo, no podría explicar lo segura y emocionada que me sentí cuando comenzó a cantar ¡Estúpido sueño! Me quedé dormida mientras él me cantaba y yo lo quería escuchar toda la canción, solo espero esta no sea la última vez que esto pase, no quiero que solo quede como un recuerdo que no se repetirá.

— Esa sonrisa tan radiante no puede ser de Chloe — exclama Celia sentándose a mi lado. Mis ojos se desvían a su labio inferior levemente roto, lo intentó esconder con labial pero falló en el intento.

— Celia ¿Estas bien? — le pregunto y la expresión de sus ojos me da la respuesta, está cansada y triste.

— Solo un poco cansada, el fin de semana fue algo duro y no pude descansar como hubiese querido, pero estoy bien.

— Sabes que puedes contarme lo que quieras Celia, tú siempre me escuchas quejarme y lloriquear sobre todos mis problemas, yo estoy aquí para ti.

Cuando termino de hablar ella se lanza en mis brazos y comienza a llorar, los sollozos de Celia inunda todo el lugar algo vacío y yo lo único que hago es corresponder el abrazo y decirle algunas palabras reconfortantes a lo que ella me responde repitiendo varias veces “gracias”. Yo le debería agradecer a ella por ser la mejor compañera de trabajo que pude haber deseado, es una gran amiga que espero tener por el resto de mi vida.

— ¡Chloe! Espero mi café en la oficina y necesito que vayas por unas cosas que deje en mi auto — me lanza las llaves y yo logro alcanzarlas en el aire. Le doy un beso en la cabeza a Celia quien limpia sus lágrimas con un pañito y salgo a buscar las cosas.

Cuando regreso con todas las cosas me encuentro con todos reunidos escuchando a la jefa de Celia dar unas informaciones.

— Mañana será un día pesado para todos nosotros ya que la directora de la editorial vendrá a evaluar muchos aspectos del área de trabajo y la forma en la que todos trabajamos, así que prepárense y sean responsables, nada puede fallar el día de mañana — demanda haciéndonos mirarnos entre todos.

El día no estuvo tan mal la verdad pensé que sería peor, pero Arthur tenía razón cuando dijo “mañana tal vez no sea tan malo”. Quisiera hablar con él, desde esta mañana no puedo sacarlo de mi mente y no puedo solo esperar que él lo haga, no puedo solo sentarme a esperar de brazos cruzados a que él siempre tome la iniciativa porque por lo que veo no es de hacerlo muy seguido.

Llego a mi apartamento y lo primero que hago es sacarme los zapatos para luego lanzarme en mi cama y tomar una pequeña siesta, que ojalá no se convierta en sueño profundo porque tengo que comer.