What Am I To You?

1. El sobre

–¡Yoon Gi-shi! Apúrate o llegarás tarde a tu primer día de trabajo.

–Ya voy, ya voy. –El mencionado apareció en la entrada del apartamento y se puso rápidamente los zapatos para luego depositar un beso en los labios de su novio–. Hasta luego, nos vemos a la hora del almuerzo.

Jimin asintió con la cabeza y se fue a ordenar un poco el apartamento con el que llevaba viviendo, con su novio, desde hace tres años. Era sábado y no tenía que ir a la universidad, era el mejor momento para mostrar que ya no era el niño mimado que idolatraba a Yoon Gi y lo seguía a todos lados, por lo que empezó a ordenar todo para mostrar que había madurado y que Yoon Gi no se tenía que preocupar por nada.  Aunque no trajera dinero a casa, sería un buen futuro para su amado novio, el cual le pagaba la universidad y lo mantenía. Estos tres años, Yoon Gi había sido el pilar principal de la relación, ordenaba, limpiaba, cocinaba y trabajaba. Era hora de que un poco de la responsabilidad recayera sobre él también.

Tras una hora de intensivo trabajo, todo estaba reluciente. Justo en ese momento le llegó un mensaje de Yoon Gi que le avisaba del lugar y la hora para ir a almorzar. Miró el reloj de la pared y calculó que le daba justo para ducharse y dirigirse al lugar.

Se duchó rápidamente y cuando enrolló la toalla alrededor de su cintura el timbre del apartamento sonó.

–¡Ya va! –Avisó mientras se acercaba a abrir la puerta.

–Una carta para Min Yoon Gi –dijo el cartero extendiendo un delgado sobre. Jimin lo recibió y firmó donde le indicaba el cartero.

Examinó con cuidado el sobre intentando descifrar su contenido pero, a los pocos segundos se dio por vencido. Miró el reverso y leyó como ponía "para Yoon Gi-ah" con letras redondas y bien definidas.

–¿Será alguien cercano a Yoon Gi? –Jimin dejó el sobre encima de la mesa y se fue a vestir.

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Llegó con media hora de antelación al lugar indicado. Se trataba de un restaurante pequeño situado a dos cuadras del nuevo trabajo del mayor. Buscó una mesa cercana a la ventana y ojeó un poco la carta. Había pocos platos en ella pero, todos se escuchaban deliciosos. A Jimin ya se le hacía la boca agua.

–¿Qué desea comer? –Se acercó una joven camarera.

–Deme dos tazones de sopa y un plato kimbap, por favor.

–¿Se va a comer todo eso usted solo? –La camarera comentó con un claro tono coqueto.

–Tranquila –sonrió Jimin siguiéndole la corriente a la chica–. Mi novio ya viene a comer –habló recalcando la palabra "novio", lo que hizo que la chica borrara su sonrisa y se fuera haciendo una reverencia.

–¿Rompiendo corazones desde tan temprano?

La voz de Yoon Gi sobresaltó al chico, el cual pegó un saltito en su asiento. El mayor se sentó al frente de su compañero y sonrió dejando ver las arrugas que se forman alrededor de sus ojos.

–¿Qué haces aquí? –Preguntó el menor–. Todavía es temprano.

–Te conozco lo suficiente para saber que ya estarías aquí –sonrió pícaramente –. No voy a dejar a mi novio solo a merced de cualquier buscona. No tarde ni dos minutos y ya una se intentaba tirar encima tuyo.

Los dos rieron, empezaron a conversar de temas sin importancia mientras esperaban la comida. Estar juntos era algo reconfortante. Jimin había conseguido hacer que Yoon Gi olvidara su pasado poco a poco, y se había adentrado en el corazón del mayor sin mucho esfuerzo.

Al terminar el almuerza, cada uno se fue por su camino. Yoon Gi volvió al trabajo y Jimin se fue a casa.

Yoon Gi había empezado a trabajar en una pequeña empresa de publicidad después de haber sido despedido de su anterior trabajo (de recepcionista), por culpa de un robo que se le había atribuido. Todos le echaron la culpa de la falta de dinero que había en la caja de la empresa y poco después fue despedido. Por suerte eso no quedó reflejado en su expediente y consiguió rápidamente este trabajo. No se podía permitir estar mucho tiempo desempleado pues el futuro de su novio estaba en sus manos.

Jimin y Yoon Gi se conocieron en el instituto, Yoon Gi estaba por abandonarlo y Jimin recién empezaba. Jimin idolatraba al mayor, pero este dejó el instituto y se dedicó a trabajar. Pocos meses después, una noche de invierno Jimin apareció en su casa llorando.

Yoon Gi escuchó el sonido de la puerta y se acercó para abrir, cuando abrió encontró al joven que conoció en el instituto empapado por la lluvia y tiritando. Estaba llorando, pero las lágrimas eran camufladas por el agua que chorreaba desde su pelo.

–Jimin –se alarmó el mayor al ver el estado de su compañero.

–Hyung, ¿puedo pasar la noche aquí hoy?

–Por supuesto, entra.

Yoon Gi le prestó ropa y lo ayudó a entrar en calor. Esa noche, Jimin le contó al mayor como sus padres le habían echado de la casa por culpa de los rumores que se habían formado. Sus padres eran homófobos y no querían vivir bajo el mismo techo que "un desviado" contó Jimin.

Lo que Yoon Gi no esperó fue que los rumores no fueran tan desencaminados. Poco después de que el mayor dejara el instituto todos los compañeros empezaron a propagar rumores de que a Jimin le gustaban los hombres y que tenía una relación con él. Esos rumores llegaron a oídos de los padres del menor y ahora se encontraban en esta situación.

Esa noche, Jimin durmió en la misma cama que Yoon Gi. Se dieron calor mutuamente y Jimin por fin confesó sus sentimientos. Aunque en un principio no fue correspondido, poco a poco y tras que el mayor se ofreciera a cuidar de él mientras sus padres lo volvían a aceptar, Jimin consiguió que sus sentimientos fueran correspondidos.

Al llegar por la noche a casa, Jimin recibió a su novio con una deliciosa comida, para ser exacto se trataba de ramen de sobre, ya que a Jimin se le quema hasta el agua. Los dos comieron y se acostaron para esperar al siguiente día.

–Hyung –susurró Jimin, el cual no se podía dormir–. ¿Estas despierto?

–¿Qué quieres? –Preguntó el mayor con la voz adormilada. Jimin al recibir una respuesta se colocó encima de su novio y empezó a besar su cuello con ansias –. Basta Jimin, mañana tengo que madrugar.

El menor hizo un puchero e introdujo su mano en el boxer del mayor para masajear su miembro.

>>He dicho que pares –murmuró molesto Yoon Gi–. Me voy a dormir al sofá que mañana tengo que madrugar.

–Hyung, eres un aburrido –Jimin hizo un puchero y se quedó solo en la cama.

–¡Jimin! –Lo llamó Yoon Gi desde la sala– ¿Qué es esto?

Desde su sitio, el mayor cogió el sobre que se encontraba encima de la mesa y le dio la vuelta para ver que tenía escrito su nombre.

–Es para ti –contestó el menor desde el cuarto–. Esta mañana la trajo el cartero.

Yoon Gi conocía la letra que se encontraba impresa en el sobre, o por lo menos eso creía. Había visto haces años, millones de veces, su nombre escrito de esa manera tan pulcra y redondeada. Su corazón se aceleró y deseó con todas sus fuerzas que el tiempo le hubiera hecho confundirse.

Al abrir el sobre sus manos temblaban, su frente estaba llena de sudor y su corazón amenazaba con salirse del pecho. Con cuidado saco lo que parecía una invitación del sobre y leyó: "Jung Ho Seok y Jung Soo Jung tienen el placer de invitarte a su boda. Esperamos que asistas."

Se dejó caer al suelo y lloró. Parece que no se había equivocado, su letra nunca la olvidaría, al igual que a él. Estaba de vuelta y se iba a casar.