What Am I To You?

6. Cambios

Jimin sostiene una taza de té entre sus manos temblorosas. Le da pequeños sorbos, soplando antes para evitar quemarse. Ho Seok lo mira atentamente desde la otra punta del sofá, sin decir ni una palabra. Han estado en silencio desde que llegaron del parque. Jimin no ha querido responder las preguntas del contrario, y este tampoco ha soltado prenda sobre lo que Jimin le había preguntado en el parque.

–Puedes quedarte todo el tiempo que necesites para calmarte –habló el castaño rompiendo el silencio–. Soo Jung, mi novia, no llegará hasta mañana, está en casa de sus padres.

Jimin solo asintió con la cabeza y siguió concentrado en su taza de té. Desde que había llegado solo había pensado en la primera vez que se acostó con Yoon Gi. Todavía conservaba esa pequeña cicatriz en su corazón, de pronto le había entrado miedo. Jimin no quería volver a competir por el corazón de su novio, no quería volver a sentirse vacío porque Yoon Gi lo besaba y le hacía el amor intentando no gemir el nombre de Ho Seok.

–Sabes que, la primera vez que Yoon Gi y yo nos acostamos, él dijo tu nombre –soltó de pronto Jimin, sorprendiendo al mayor que no supo exactamente que decir–. Te preguntarás por qué razón te cuento esto, ¿verdad?

Ho Seok asintió poniendo todavía más cuidado en cada movimiento del menor. Ahora tenía claro que Yoon Gi estaba saliendo con este chico.

–Anoche te correspondió al beso que le diste –habló de nuevo el moreno, después de un gran suspiro–. Delante de mí.

Esto último lo dijo mirando a la pared, sin fijar su vista en ningún lugar específico. Ho Seok al oír las palabras del chico se quedó de piedra. Había besado a Yoon Gi, y este le había correspondido. Se sentía la persona más mala del mundo, tenía novia y encima el novio de Yoon Gi lo había presenciado todo.

–Lo siento –agachó la cabeza–. Tienes todo el derecho a volver a pegarme si quieres.

–No te voy a volver a pegar –volvió a dar otro sorbo a su té–. Solo te pido que te mantengas alejado de él.

–De acuerdo.

///

Yoon Gi acababa de salir del trabajo y marcaba insistentemente el número de su novio, el cual no respondía. Todas las veces que había llamado caía el buzón de voz. El pelinaranja estaba desesperado, no sabía exactamente que pensar de esta situación. Ayer solo se dejó llevar por la inercia de tener los labios de Ho Seok sobre los suyos. Amaba demasiado a Jimin como para dejar pasar todo el resentimiento que tenía por el otro chico.

A la séptima llamada, dejó de insistir, estaba claro que Jimin no iba a contestarle el teléfono a él. Todo lo que estaba pasando se lo merecía, era justo que tuviera que sufrir esa angustia, de no saber si su novio estaba enfadado con él o no, por todo lo que le había hecho pasar.

Volvió a mirar la pantalla y marcó, esta vez no fue a su novio sino a otra persona, Nam Joon, su mejor amigo y consejero. Nam Joon siempre ha tenido los pies en la tierra y siempre le ha sabido aconsejar sabiamente, cuando no lo mandaba a tomar por culo.

–¿Aló? –Contestaron con voz ronca a través del aparato.

–Nos vemos en tu casa en diez minutos.

–Vale.

Y esa fue toda la conversación, Yoon Gi colgó y emprendió su camino a casa del menor. A los pocos minutos estaba tocando el interfono, la verdad es que la casa no quedaba muy lejos de su actual trabajo. Subió las escaleras después de que le abrieran, se encontró con su amigo en la puerta esperándolo.