4. Besos y peleas

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Ho Seok y Yoon Gi se besaban lenta y pausadamente en el cuarto del menor. Sus padres no estaban y habían aprovechado para deleitarse del sabor del contrario sin ninguna prisa. Yoon Gi acariciaba la espalda de su novio, el cual ya se encontraba sin camisa y, este enredaba las manos en el castaño pelo del mayor. Cuando el mayor se cansó de saborear la boca de su novio, bajó hasta el cuello depositando pequeños lametones y mordidas. Bajó hasta los pezones donde jugó con ellos sin piedad, haciendo que sangraran un poco de tanto roce.

Ho Seok gemía sin ningún pudor y restregaba su entrepierna contra el estómago del castaño. Estaba más que excitado y la ropa le estorbaba demasiado. Por el contrario, Yoon Gi todavía no estaba lo suficientemente duro como para pasar al siguiente nivel. Por eso mismo, decidió que hoy no tocaba "sesión de sexo duró" sino "sesión de complacer a tu novio".

Con rapidez, se deshizo de los pantalones y la ropa interior del menor dejándolo completamente desnudo.

Con parsimonia, siguió besando cada rincón del cuerpo de Ho Seok hasta quedar a la altura de su erecto miembro.

–Haya vamos –anunció Yoon Gi–. Espero que lo disfrutes puesto que es mi primera vez.

Los primeros meses de su relación se basaron en polvos rápidos para quitarse las ganas que se tenían el uno al otro. Por lo que ahora, después de cansarse de sexo, se dedicaban a darse largos momentos de placer, sin llegar a la penetración. Por primera vez, Yoon Gi había decidido que no solo Ho Seok se la tenía que chupar a él, sino que Ho Seok también merecía sentir esa sensación.

Empezó lamiendo toda la extensión del pene del moreno, sintiendo las palpitaciones en la lengua. Masajeó un poco los testículos mientras se preparaba mentalmente para introducirse ese cacho de carne en la boca. Se acercó y se tragó toda la longitud del pene hasta que la punta le toco la campanilla.


–Despierta joder –alguien zarandeó a Ho Seok hasta que abrió los ojos–, levántate. –Jimin le quitó la manta que tenía por encima y vio el notable bulto que tenía en los pantalones el mayor.

Al darse cuenta Ho Seok se tapó como pudo.

–¿No me digas que estaban teniendo un sueño húmedo? Espero que sea con tu futura esposa porque o sino te llevas otro puñetazo como el de ayer –habló Jimin con un ligero tono de cabreo.

–¿Dónde estoy? –Preguntó el castaño mirando el lugar, le resultaba conocido pero tener a un desconocido al frente no le dejaba deducir donde estaba–. ¿Tuvimos algo tú y yo?

–Creo que lo único con lo que te toque ayer fue con mi puño para meterte una hostia –respondió Jimin recalcando puño y hostia como advertencia–. Mejor ve al baño a echarte agua que voy a llegar tarde a clases.

Ho Seok obediente su dirigió al baño, para su sorpresa sabía dónde se encontraba sin necesidad de indicaciones. Se echó agua en la cara y se peinó un poco el cabello con los dedos. No estaba para nada presentable, le dolía la cabeza y su ropa estaba desordenada. Pero lo que más llamaba la atención era el gran moretón que rodeaba todo su ojo.

–Auch –se quejó al tocarlo.

¿Ese niño de antes de verdad le había pegado? A Ho Seok no se le ocurría ningún motivo para recibir un puñetazo, y menos para hablarle con tanto desprecio como lo había hecho el chico antes en la sala.

Salió del baño y cuando llegó a la pequeña barra que separaba la cocina de la sala se sentó al frente del plato, que supuso que era su desayuno. Ho Seok comió todo lo que el chico le sirvió bajo la atenta mirada de este. El dueño de la casa inspeccionaba cada uno de los movimientos del castaño y esto le ponía de los nervios.

What Am I To You?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora