Katsuki Bakugou, un Pro-Hero de 22 años, tiene apenas 5 años que se graduó de la UA es soltero y aun que tiene muchas pretendientes no les da entrada pues él aun está enamorado y arrepentido por algo que ocurrió en el pasado con el amor de su vida...
—Si, los estupidos de mis amigos me retaron a hacerlo ¡pero fue jodidamente horrible!—Le platicaba el cenizo al peliverde quien estaba tratando de forzar una sonrisa.
Pero en realidad había sentido su corazón romperse, cuando Katsuki mencionó su cita con Tsuyu solo escuchó el "crack" de su corazón, quiso llorar ¿pero porque? El y aquel cenizo ya no eran nada, pero... ¿aún sentía algo por el? ¡No! Él le fue infiel aun que... nunca supo la realidad de esa historia pues cuando todo ocurrió Izuku no quiso hablar con Katsuki, no quiso saber nada más de él y se fue junto a Ochako a Tokio para olvidar su vida antigua y formar una nueva, pero siendo sincero eso nunca pasó, logró olvidar la mayoría de su pasado pero nunca el amor que tuvo con aquel chico de explosiones. Agachó la mirada reteniendo sus lágrimas, sentía un nudo en su garganta, subió su mano hasta su pecho y tomó su camiseta con fuerza arrugándola a su paso y claro, Katsuki se dio cuenta, dejó de ver por un momento el televisor y miró al de menor tamaño.
—Oe, ¿que mierda te pasa?—Pregunto mirándolo con una ceja alzada, estaba a punto de levantarse e irse hacia el peliverde pero este le detuvo poniendo una mano frente a él.
—T-Tranquilo Bakugou! E-estoy bien.
Este tartamudeaba en cada palabra que decía, se notaba que quería llorar pero el oji-rubi prefirió ignorarlo para no incomodar al pecoso, suspiro y se estiró para darle algunas palmaditas en la cabeza.
—Ya deja de ser el nerd llorón de la UA, ahora somos pro-heroes, no puede ser que sigas siendo así—Dijo Katsuki en tono de burla formando una sonrisa en su rostro.
—Hmp!— Exclamó indignado haciendo un puchero con sus labios.
La pequeña pecosa lo vio y decidió imitarlo, puso la misma cara que su padre a la vez que miraba al cenizo, este no pudo contener la risa al ver a ambos pecosos mirándolo así.
—JAJAJAJAJA!— Comenzó a reírse— ¡Por eso dicen de tal palo tal asitilla! JAJAJAJA—Continuó riéndose como por 10 minutos, después recordó que su ramen se iba a enfriar y dejó de reírse, tomó el ramen instantáneo que su pecoso le había traído y comenzó a comerlo.
—Oe nerd— Hablo tragando un bocado—Ya siento mucho mejor mi tobillo, iré al velorio de Ochako.
Tuvo la tentación de decirle "cara redonda" pero sabía que no era momento de sus chistes así que optó por mantener la boca cerrada y no decir alguna de sus tonterías, Izuku al oír eso levantó su mirada y sonrió de manera leve.
—¡E-esta bien! Gracias Bakugo...— Agradeció dando una reverencia después de haberse vuelto a sentar.
—Si, si lo que sea— Hablaba desinteresado pero en el fondo estaba feliz.
—¡E-esta bien Bakugou! Iré a cambiarme a mi casa, luego volveré por ti— Hablo Izuku levantándose del sofá y comenzando a recoger los juguetes regados de la infante, también los biberones y su leche—¡Adiós, nos vemos en un rato!
Grito, levantó a la pequeña del sofá y segundos después se dirigió a la puerta con Katzumi en brazos, salió del departamento y cerró la puerta.
—Espera... cuando le dije lo de rana se puso... ¿celoso? Maldito nerd, creo que todavía puedo reactivar esa chispa que teníamos.
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