╰ VIII ╯

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Izuku, me puedes explicar ¿cómo terminaste en casa de Katsuki? Pregunto con total seriedad mirando a el menor directo a los ojos.

Y-yo...Tartamudeó el pecoso, ¿cómo su madre se había enterado qué pasó la noche en casa de Katsuki? No sabía que le daba más miedo, como se había enterado o que se había enterado.

¿Y bien? Estoy esperando tu explicación Izuku.

¿Cómo lo sabes?Dijo buscando cambiar el tema de conversación.

Eso no importa, ahora responde.

El pobre peliverde tragó en seco Ayer en el funeral de Ochako yo fui por el pues me ofrecí a cuidarlo ya que por mi culpa su tobillo se doblo y no puede caminar... o bueno podía ya que ya está bien, al regresar a casa yo me quede dormido en el camino y casi ocasiono que chocáramos así que estacionó mi coche, como estábamos cerca de su casa decidió que sería buena idea llevarme a su departamento y así fue como llegue allá...

Bien sabes que Katsuki aun que se doble el pie puede andar con sus explosiones IzukuLe regaló Inko y esta pues tenía razón, pero Izuku se había sentido culpable.

¡Lo se, pero me sentí realmente culpable!Recalcó el pecoso levantando un poco el tono de voz a su madre.

¡A mi no me estes hablando en ese tono jovencito, te recuerdo que aun soy tu madre!Le grito aquella mujer que nunca antes le había levantado así la voz, ni en su adolescencia ni en ningún momento le había levantado de esa forma la voz, lo que hizo que Kazumi comenzara a llorar.

Ambos peliverdes se fijaron en la pequeña quien se encontraba llorando, esta extendió sus pequeños bracitos hacia él pecoso como si quisiera que la cargase, el mismo susodicho se acercó a la pequeña a paso lento y se agachó para recogerla, una vez teniéndola en sus brazos comenzó a arrullarla y a cantarle una canción que él y Ochako solían cantarle para que se durmiera. Una vez estuvo calmada el pro-héroe la bajó al piso y la dejó nuevamente donde su juguete y se hincó con ella.

Disculpe señorita, quiero una hamburguesa con papas fritas y un refrescoLe dijo a la menor, esta comenzó a aplaudir feliz y se giró para prepararle la hamburguesa a su padre.

Sonrió enternecido al ver como la pequeña simulaba que preparaba la hamburguesa, para tener 1 año y cacho de meses la pequeña era muy inteligente y claro, era de esperarse pues era hija de un "nerd". Por otro lado su madre se fue sin más hacía la cocina, había echó llorar a su nieta y eso no se lo perdonaría en un rato.

El pecoso se quedó ahí sentado con las piernas cruzadas mientras que veía como la pequeña seguía simulando con su juguete que le hacía las hamburguesas, el mayor tomó su teléfono que estaba en la bolsa trasera de su pantalón y lo desbloqueó, vio que tenía 5 mensajes nuevos y 4 llamadas perdidas, fue a checar los mensajes ya que no sabía de quién eran.

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⏰𝑳𝒊𝒌𝒆 𝒕𝒉𝒆 𝒇𝒊𝒓𝒔𝒕 𝒕𝒊𝒎𝒆✘ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora