Anya
—Tu vida parece una novela, amiga...
—¿De qué género? -pregunté con diversión.
— ¿Hace falta que te lo diga?
La escuché reír. También reí con ella.
—Terror, Anya, terror y drama —dijo, haciéndome sonreír— Cada día te pasa algo nuevo y más extraño de lo que yo pueda imaginar...
—Ni que lo digas... —rodee los ojos, odiaba que fuese cierto.
—Pero mira, no hace falta ser pesimistas. Piensa que por lo menos no te trataran tan mal por ser el alma gemela de Damian.
Bueno, por lo menos había algo positivo en eso.
—Te trataran con formalidad porque te tienen miedo, eso ya me lo dijiste.
-Becky, justo porque no quiero que me traten con formalidad es que hago esto... —confesé, intentando hacerle entender.
—Vaya que detestas la atención, amiga...
Desde que vi las reacciones de las personas en la casa quise hablar con Damian sobre eso. Esa misma noche en la cena fue un poco raro sentarme en la misma mesa que él a poca distancia y estar como si no hubiese sucedido nada.
Pero lo de lo que quería hablar con él era precisamente sobre que me trataran con tanta formalidad. Porque Becky estaba en lo cierto, odiaba sentirme el centro de atención.
Desde que vivía en Ostania con mis padres siempre mantuvimos un perfil bajo, debido a que uno alto podía arruinarnos por completo. Crecí con esa costumbre y hasta el día de hoy detesto sentir que llamo mucho la atención.
—Y yo que agonizo si me siento ignorada... —Confesó y reí porque me causo gracia.
Y además no era una mentira.
—No discutiré eso.
— ¡Ay, ya! Mejor cuéntame cómo hiciste para que Damian aceptara tal cosa. Ese tipo es... No es la persona a la cual le puedas hacer aceptar las cosas de una vez.
—Hum... —murmuré.
Sí, eso era verdad.
—Bien lo has dicho —Aseguré sus palabras— Fue una cosa muy difícil, se oponía en cada momento.
Ni siquiera yo sabía cómo lo había hecho cambiar de opinión.
Solo sabía que luego de aquella escena fuimos adentro de la casa, ya era hora de la cena. ¿Incomodidad? Sí, hubo mucha.
No estaba acostumbrada a comer en lugares que no fuesen mi casa, y lo que solía comer eran alimentos instantáneos. No porque no supiese cocinar, sino más bien porque me daba pereza hacerlo.
El té de aquella vez fueron solo nervios.
Cuando entré al comedor me sentí rara. Ya había estado en él antes, cuando Damian me mostró la mansión, pero nunca me imaginé comiendo ahí. No sé qué era lo que pensaba. La mesa era enorme. Muy grande, según yo, para cuatro personas. Que son los cuatro miembros de su familia. Pero no iba a cuestionar sobre eso, es su dinero y lo gastan como se les dé la gana.
Pero lo que sí quise preguntar era sobre el resto de su familia. Solo conocía a su hermano mayor, pero no conocía a su madre ni a su padre. Mas era claro que no los iba a conocer en esa cena, porque ninguno de esos tres mencionados se apareció en el comedor.
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Alexitimia | Anya x Damian
Fanfiction¿Qué tan difícil puede llegar a ser amar a alguien? Almas de mundos distintos que estaban destinadas a estar juntas para toda la eternidad. ¿Es así de fácil? Ellos deseaban que hubiese sido así... Los personajes pertenecen a Tatsuya Endo, pero la h...