Alexitimia | Anya x Damian

05

—Sin emociones... dices?

—Así es...

Anya estaba sentada en el borde de su cama, sus piernas estaban cruzadas y sus brazos estaban sobre éstas. Estaba mirando al frente, a Damian, quien yacía en el marco de la ventana abierta de la habitación de la chica observando la noche fría y oscura.

—Escucha Anya, no sé quién eres ni de dónde provienes, solo sé que con solo mirarte a los ojos hiciste que yo me sintiera humano... después de varios años.

La mirada de Damian empezó a encaminarse a la chica que estaba sentada en su cama y lo miraba con gran incertidumbre en sus ojos.

—Durante años estuve esperando por ti sin saber quién eras, ni siquiera sabía si existías... nunca tuve fe en encontrarte pero cuando vi tus fascinantes ojos y supe por fin que te había encontrado, supe que tenía un corazón, un corazón que ahora solo late por ti. 

Los ojos de la chica empezaban a iluminarse, y su cuerpo empezaba a temblar al notar como el chico se acercaba a ella.

—Ahora, Anya, sabes que me hiciste recuperar mi humanidad —apoyo su rodilla en la cama y acercaba su rostro al rostro de Anya—, una humanidad que nunca sentí, algo que me hacía cuestionarme día y noche —tomo la mano de Anya y coloco en su pecho—, estaba perdido, pero sientes eso? —Anya asintió, sentía el acelerado corazón del chico—, me salvaste. Eso que sientes en mi pecho solo puedes hacerlo tú... 

—Quieres decir que...

—...Que solo tú puedes hacerme sentir... 

Anya quito su mano del pecho del castaño. Su corazón estaba igual de acelerado que el de él, no sabía que podría decir, estaba anonadada.

—Creí que... Nadie podría hacerlo —dijo, incrédula—, por lo que me contaste pensé que era normal en los vampiros, que no podía curarse, pero... 

—Anya, estoy igual de sorprendido que tú —tomo a Anya del mentón—, no creí que lo que me haría sentir iba a ser una humana pero sí es así. Eres tú mi salvación, Anya. Gracias a ti puedo sentir algo más que un vació.

Anya se aparto del chico y él retrocedió. En un solo día tuvo tantos antecedentes, sus padres ya no estaban con ella, los vampiros eran reales, un chico se quería pasar de listo con ella, hizo sentir emociones a un vampiro....

Y ahora qué seguía... 

—Escucha, esto es igual de impactante para mí y entiendo que tengas miedo —comento Damian, mientras se acercaba a la computadora de Anya—, pero veo que te atrae el tema...

Anya al ver que Damian estaba revisando sus investigaciones se acerco rápido y cerro el portátil de un golpe.

Estaba algo avergonzada pero a la vez confundida.

—Ya di qué quieres de mí...

Damian dio una sonrisa perversa ante lo dicho por Anya.

—Todo...

Respondió de manera tranquila aunque posesiva. Esa voz que ya hacía que Anya se estremeciera de por sí, estaba haciéndola temblar.

Damian pensó durante unos momentos.

—Hagamos algo... —sugirió el castaño—, sé que todo esto es algo nuevo para ti, también lo es para mí, tú no sabes nada sobre el mundo que te está rodeando y eso es algo notorio, yo no sé nada sobre las emociones y mucho menos identificarlas...

—¿A qué quieres llegar?

—Escucha, mañana te diré más, ahora debo irme —camino hacia la ventana.