Alexitimia | Anya x Damian

06

—¿Estás segura de tu decisión?

Pregunto preocupada.

Sinceramente, no. No estaba segura de lo que iba a hacer.

—Aquí estaré para matarlo si deseas. —volvió a decir la de cabello castaño, apretando su puño.

Anya le dio una sonrisa. 

—Está bien. No hay problema.

—Anya, ¿te estás escuchando?. Damian es un mujeriego, ¿en serio te quieres acostar con él?

Lo ultimo la hizo sentir nerviosa. No dijo que se acostaría con él.

—N-no dije que iba a acostarme con él..., ¿en serio es tan malo?

—¿Tan malo qué?

—Lo de que es un mujeriego.

Becky rodeo los ojos.

—¿Lo dudas?

—...Bueno... no es como si yo no obtuviera nada a cambio...

—Entiendo lo que pides, pero es algo riesgoso. También es casi imposible.

En la cabeza de Anya se resonó aquel casi. Lo que significaba que había una oportunidad, una pequeña, pero estaba ahí.

¿Pero por qué ella quiere algo así?

Pues bien.  No era como que no le gustara Damian, pero Anya nunca se sintió como una persona normal. Ella desde muy pequeña se entero de la existencia de las feromonas, se entero de que la emitían vampiros para provocar comportamientos específicos en otras especies, ya sea desde otro vampiro hasta un humano. 

Desde que se entero de que ella no las podía sentir, sintió que algo estaba mal con ella. Era como si ella fuese diferente al resto del mundo, justo como dijo Damian. 

No se sentía normal, sentía que en ella había algo que debía arreglar. Sentía que le faltaba algo, y  ese algo que le faltaba lo puede descubrir de esa manera. 

—Ese es un... pedido extraño —dijo él aquella vez—, ¿solo quieres eso?

—No —afirmo rápidamente.

—Te escucho...

—Necesito que me enseñes a percibir las feromonas.

Dijo ella con un tono determinado.

—¿Eso quieres?

—Sí, enséñame a hacerlo y te enseñare a reconocer e identificar las emociones.

Puede que esté mal, durante años los humanos estuvieron en muchos problemas con los demonios de sangre. Al día de hoy esos problemas no están del todo resueltos, pero por lo menos ya tienen más respeto. Pero aun así su familia se ha mantenido lo más alejada posible de esos seres. 

Y no solo de ellos, pues existen otras criaturas que le comentaron cuando era niña, ella nunca creyó en ellos, pero ahora estaba dudando sobre sus creencias. 

¿Cuándo había empezado la universidad?, hace menos de tres semanas. Ellos no habían hablado después de lo del café, tenían que pensarlo primero. 

Sobre todo ella, porque ella buscaba desesperadamente saber más sobre el mundo, más sobre el pasado de su especie, más sobre ella misma. 

Pero así como no sabía nada sobre aquellas cosas, no sabía si Damian para ella era un salvador o un ser que solo la iba a hundir en aquellas tinieblas que ella siempre evito.