¡Devuélveme mi vida!

14: Dos pájaros de un solo tiro.

Capítulo 14.

Cuando tenían trece años y Abril aún no había cambiado del todo, ella y Dave solían ir juntos a la escuela en el autobús. Se encontraban cada mañana en la parada del autobús y regresaban juntos también cada tarde caminando uno al lado del otro hacia sus casas.

Hubo una vez en la que Abril se levantó tarde dado a que se había mantenido despierta hasta las dos de la mañana tratando de terminar un proyecto de ciencias. Por lo tanto cuando se levantó esa mañana, sus padres pensando que ella ya se había ido hacia su escuela, cada uno se había marchado hacia sus respectivos trabajos sin pensar que ella tal vez seguía dormida.

Se levantó agitada al ver la hora que marcaba su despertador y rápidamente corrió a vestirse sin molestarse en tomar una ducha primero ya que lo había hecho la noche anterior. Cepillo su cabello y dientes y rápidamente bajó las escaleras en busca de sus padres, los cuales ya no estaban.

Debía presentar su proyecto esa misma mañana o estaría muerta, así que no podía faltar aquel día. Sin pensarlo dos veces salió de su casa cerrando la puerta con llave y echó a correr de camino a su escuela aunque le quedara a veinte minutos caminando. Su esperanza de alcanzar el autobús era nula ya que este había pasado hace diez minutos atrás, corrió sin aliento alcanzando la parada de bus y se sorprendió al ver a Dave parado allí solo.

Su mejor amigo volteo a verla y sonrió como si nada, deslumbrandola por completo.

- ¿Que haces aqui? ¿También te levantaste tarde? - preguntó tratando de recuperar el aliento.

- No, en realidad llevo aquí hace bastante - se encogió de hombros.

- ¿Entonces porque no te fuiste en el autobús? - preguntó ella frunciendo el ceño.

- No me iba ir sin ti - volvió a encogerse de hombros. Abril lo miró incrédula.

- ¿Qué? - parpadeo varias veces - ¿Quieres decir que no subiste al autobús por esperar que yo apareciera?

- ¿Porque pareces sorprendida? Siempre nos vamos juntos ¿No? - murmuró sonrojado ante la mirada de Abril. Metió sus manos dentro de sus bolsillos y comenzó a caminar.

- Sí, pero acabas de perder la primera hora por esperarme - levantó su voz para que la escuchara.

- ¿A quién le importa? Soy tu mejor amigo, siempre te voy a esperar - respondió sin voltear a mirarla, Abril se quedo callada observando como cada vez se alejaba más.

- ¿Siempre? - preguntó. Dave se dio la vuelta y la miró, una sonrisa de medio lado robó el aliento de su mejor amiga.

- Siempre lo haré - aseguró - ahora, mueve tu trasero o no llegaremos a la segunda.

Abril lo miró unos segundos inmóvil, luego sonrió y corrió a alcanzarlo...

Cuando el auto se detuvo frente a la casa de David, Abril lo miró fijamente. Lo amaba joder, él era simplemente el amor de su vida, no podía esperar a decírselo aunque en el proceso se arriesgara a perderlo.

Estaba decidido, esta noche se lo diría. No lo retrasaría más.

Dave la miro de vuelta y le sonrió juguetón antes de inclinarse y robarle el aliento con sus increíbles labios. Abril soltó un suspiro soñador enterrando sus dedos en el cabello de su mejor amigo y dejándose llevar por todas aquellas sensaciones que él y solo él le hacía sentir.

Quien iba a creer que un beso iba a desatar todo lo que ellos estaban sintiendo ahora.

Dave acarició la mejilla de Abril besándola con dulzura, era tan adictivo besarla, sobre todo porque le encantaba su sabor y su aroma, nada más refrescante y hermoso que besarla, podría morir en sus labios y moriría siendo feliz. No había nada que lo contuviera ahora, ya no habían excusas para negar lo que había entre ellos, ya no podía mentir diciéndose que la amaba como un hermano amaba a su hermana, porque no era así, nunca lo había sido.