ECHOES OF YOUR SOUL ﹁ Jjk-Llm

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Tras terminar de comer, los cuatro dejan su lugar en la cafetería y se retiran hacia el estacionamiento. Jennie lleva del brazo a su mejor amiga, mientras avanzan lentamente. Jungkook y Taehyung están adelante, hablando en voz baja. Cada par está separado del otro, entablando una conversación diferente, entre tanto llegan a los autos.

Hay demasiado ruido por lo concurrido del sector. Sin embargo, Lalisa no lo escucha. No puede. No cuando su atención y sentidos están enfocados en él.

¿Cómo podría existir en este mundo un ser tan exquisito?, se preguntaba.

Su rostro es un conjunto de líneas marcadas y ángulos que dan la impresión de haber sido esculpidos por la luz y la sombra. Lo dotan de una belleza de rasgos clásicos y al mismo tiempo único en su especie. Su pelo negro absorbe la luz igual que el ala de un cuervo, pero es mucho menos suave. Se diría que lo tiene revuelto por el viento, como si hubiera pasado el día en el mar. Cada hebra de su cabello contrasta con el pantalón cortado a medida y la impecable camisa blanca, lo que le confiere un aspecto de informal elegancia. No le sorprende que sea capaz de rebajarla a tal estado con tan solo su presencia.

Sus peculiares ojos llaman su atención. Parecen tensos, peligrosos y llenos de oscuras promesas. Pero lo más importante es que la observan. Incluso a la distancia. La siguen a medida que se acerca a él.

Un paso y después otro.

Ve un deseo salvaje y primitivo, tan intenso que teme que muy pronto la haga añicos con su fuerza. No puede evitar notar el incómodo e inusual nerviosismo que parece apoderarse de ella. Sobre todo cuando siente que aquellos ojos, son capaces de ver bajo la armadura que llevaba encima de aquella ropa hecha de algodón.

Y aun así, no aparta la mirada, incluso si le falta el aire. No puede hacerlo. Está tan perdida en las sensaciones de intensa calor, electricidad y poder, que está cediendo a sus deseos por dejarse perderse.

Él y Taehyung se recargan junto a ambos autos mientras las esperan. Y es tan sensual. Es como si estuviera flotando, pero no, está aquí, con el suelo bajo los pies, rodeada de la invisible fragancia de su aroma y con los ojos de Jeon Jungkook clavados en los suyos. Lalisa ve el ardor y el propósito en su rostro. Después no ve sino un deseo salvaje y primitivo, tan intenso que teme que le haga añicos con su empuje.

Jennie la toma por el codo y le ayuda a mantener el equilibrio.

Solo entonces se da cuenta de que ha trastabillado.

—¿Te encuentras bien?

—Son los zapatos nuevos, gracias.

Vuelve a mirar a Jungkook, pero sus ojos se han vuelto inexpresivos. Su boca es una delgada línea. Kim Taehyung acapara su atención, y lo entretiene con una conversación de la que son los únicos oyentes; fuera lo que fuese —y Lalisa no deja de preguntarse qué demonios habrá podido ser—, el momento ha pasado.

—Has estado muy distraída —murmuró Jennie, entrelazando su brazo con el de ella, mientras la hacía detenerse—. ¿Es por Jungkook?

—¿Qué tiene que ver él?

—Siento que debí preguntarte antes sobre si estabas cómoda con que él te ayudara. Cuando Taehyung me lo comentó me pareció una buena idea.

—No me importa.

—Pero odias volver a ver a los hombres con quien te acostaste.

—Jungkook es el mejor amigo de tu prometido. Creo que tengo que hacerme la idea de que lo veré más de lo que me gustaría.

Jennie se relame los labios con una tensa sensación en los hombros. Mira los ojos de su mejor amiga y las oscuras ojeras bajo de ellos la estremecen. En verdad agradecía el hecho de que aun así se viera atractiva. No le gustaría que unas tontas inseguridades fueran añadidas en el baúl de problemas que mantenían a Lalisa expectante y en total agotamiento.