Todos somos el destino de alguien. No importa que millares nos separen de la otra persona, siempre habrá tres momentos que nos reúnan. Tres oportunidades.—¿Y qué hay del viernes? Una cita en primavera...
—Soy alérgica a las flores.
—Será en un restaurante caro.
—Me da miedo los espacios cerrados.
—¿Qué tal un paseo por el río Han?
—Es demasiado bonito, creo que podría llorar, y eso sería malo.
—Sí, tienes razón... —Lalisa quería reírse, pero las ganas de vomitar le impedían hacerlo. Escuchar cada día las invitaciones de este hombre, estaba llenando sus pulmones de espinas. Su adicción al cigarrillo puede que tenga algo que ver con que en ocasiones no pueda respirar normalmente, pero culpar a su acosador, es mucho mejor.
Por lo que, como una rutina, lo observa frente a ella, mientras intenta disimular sus manos temblorosas atrás de su espalda, la comezón que le recorre en brazos y piernas, y el mareo que empieza sentir.
El aire está contaminado con el perfume del hombre, de quien aún no conoce el nombre, y por ende no puede respirar.
Está agotada, solo quiere ir a casa y dormir.
Sabe que es de noche por los faroles que en la calle empiezan a encenderse, pero no sabe qué tan tarde es, si este hombre lleva dos bolsas de mercado de solamente ramen instantáneo. Su traje es caro y elegante, así que debe ser alguien importante o trabajar con alguien que lo es. El auto estacionado afuera también adiciona esa teoría; sin embargo, es muy lento en lo que respecta al hablar, nunca mira a Lalisa a los ojos y su voz es muy fuerte, a medida en que Lalisa se niega a aceptar cualquiera de sus ofertas.
No luce intimidante, mucho menos astuto. Más bien parece alguien frágil. Y eso es peor... Lalisa sabe lo que ocurre cuando alguien frágil pierde el control.
Lo que pasa por la mente de esas personas, en esos momentos... es aterrador.
—¿Desea algo más? —pregunta Lalisa, cuando después de un rato el hombre no dice nada y solo se le queda mirando.
—El museo nacional va a tener una nueva exhibición... podemos ir —insiste una vez más, mostrándose ansioso y pesado.
Lalisa, con miedo, retrocede en su sitio y respira hondo mientras toma disimuladamente un bolígrafo que mantenía en uno de sus bolsillos, del delantal que llevaba puesto.
Es una suerte que Hwang Hyun-jin atravesara la puerta de la tienda, mucho antes de que esta, le apuñalara el ojo al hombre que no dejaba de molestarla.
Ambos lo observan mientras este recorre el camino de la entrada hacia el mostrador, reverenciando en un saludo.
—Perdón por llegar tarde, mi madre tiene doble turno hoy y no sabía con quien dejar a Sujin.
—Está bien, no te preocupes —Dice Lalisa, sonriendo hacia el menor cuando llega a ella.
Hyun-jin le devuelve el gesto y solo le quita los ojos encima, cuando ve que aquel hombre sigue allí.
—Señor, ¿necesita algo? —pregunta, frunciendo el ceño.
—No, ya me voy —contesta él, marchándose rápidamente del lugar.
Lalisa lo ve hasta que este se sube a su auto y da marcha hacia el camino, perdiéndose en la oscuridad de la calle, y solo es allí cuando suspira. Sin embargo, el corazón se ralentiza a medida que escucha las manecillas del reloj de pared moverse y a pesar de que está aliviada porque se ha ido, la sensación aún se mantiene latente en sí misma.
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ECHOES OF YOUR SOUL ﹁ Jjk-Llm
FanfictionPor culpa de una noche pasada de copas, Lalisa, se ve atrapada en las redes de uno de los hombres mas poderosos de Corea del Sur, convirtiéndose en su principal objetivo. Esta historia sólo está disponible en Wattpad e Inkitt 😚