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—Gracias por venir —dice con voz chillona, la madre de Jennie, mientras se despide de Lalisa con un beso en la frente, mirándola después a los ojos con adoración.

La joven, acostumbrada a ello, le devuelve con agrado el afecto y ternura de su gesto y le sonríe como despedida. Luego, camina con paso firme hacia su mejor amiga y la abraza fuertemente, cubriéndola casi del todo.

—¿Estás segura de que no quieres que me quede?

—Tranquila, además, lo único que quiero hacer ahora, es dormir.

—Puedes llamarme cuando quieras —menciona, separándose de Jennie, quien con las mejillas rojas por el vino, le brinda una enorme y adorable sonrisa, adornando su rostro junto a la pequeñez de sus ojos.

—Lo sé. Gracias.

Jennie le sonríe a Lalisa, besando su frente un poco después, para luego marcharse hacia sus padres y despedirse del resto de su familia. Lalisa la ve irse, y mientras camina hasta donde se encuentra su madre, piensa si en negarse a ceder en lo que su mejor amiga quiere y quedarse, o aceptar su pedido, dándole espacio. Algo que se disipa, en cuanto llega hasta donde un auto aparentemente caro está estacionado. Y para su deleite, el dueño le sonríe cuando la ve.

—Señorita Manobal —exclamó Jungkook, enardecido.

Lalisa hace una reverencia hacia él y este le devuelve el saludo con cortesía.

—¿Conoce a mi hija? —pregunta Myeong-suk.

—Tuve el placer la noche anterior.

—¿Anoche?

—Mamá, papá... ¿Nos vamos?

—¿Estuvo en la fiesta con Lalisa? ¿Es amigo de Jennie? —sigue diciendo su madre, ignorándola. Teniendo una sonrisa ancha adornándole el rostro mientras admiraba al atractivo hombre frente a ella.

Lalisa rodó los ojos.

—De su prometido, de hecho —contesta.

—Oh...

La expresión de sus padres, hizo que Lalisa retuviera aliento en el pecho y lo expulsara de manera entrecortada, con la simple idea de tener a sus padres y a este hombre en el mismo lugar.

—Mamá... —interviene ella, decidida a dar por terminada la conversación entre ellos. Sin embargo, cuando ve la mirada de sus padres observar con detenimiento hacia algún punto fijo, gira su rostro hasta notar dos botones zafados en la camisa de Jungkook, dejando a la vista tres evidentes chupetones en la zona de sus clavículas.

Lalisa se quería morir. Sus ojos no pudieron evitar su sorpresa y se le crispó la cara.

—¿Estuvieron hablando con Jennie-? ¿Ella estaba ahí?

—Papá...

—No me encontré con la señorita Kim, por desgracia, le habría dado mis felicidades. Sin embargo, fue una buena noche —murmura y logra que parezca mucho más sensual de lo que debería ser—. Tuve la mejor compañía y la conversación, desde el inicio al final fue muy agradable —dijo, y era cierto, pero Lalisa lo fulminó con la mirada de todos modos.

—Si... Mamá, Papá, ¿nos vamos? —susurra, pero aun así Jungkook la escucha.

—¿Tienen como irse? Yo podría llevarlos en mi auto.

—No es necesario —dice Lalisa a Jungkook.

—Insisto. Les aseguro que no es un problema. Además, me gustaría recompensar a Lalisa por mi descuido anoche. Fui un momento al baño y ya no estaba. De seguro era ya muy tarde y yo me tardé demasiado.

ECHOES OF YOUR SOUL ﹁  Jjk-LlmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora