Yui se le ah sido diagnosticada como posible anemica permanente debido a que los hermanos vampiros no han dejado de beber de ella día tras día
Karlheinz al escuchar esta noticia, decide enviar a su querida subordinada mas habilidosa para cuidar y de...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un encuentro peligroso
Mei despertó algo confundida al notar que no estaba en su habitación, si no en la oficina de el megane quien estaba concentrado combinando unos líquidos extraños en la mesa
- Mgh... ¿Sakamaki-San?... - Acarició su cabeza al sentir una pequeña punzada, logrando llamar la atención de el azabache quien dejo lo que estaba haciendo para luego acercarse a ella
- Porfin despiertas, tengo algo importante que hablar contigo - Avisó tomandola de el brazo para que pudiera levantarse
- Entendido... ¿Que desea hablar conmigo Sakamaki-San? - Confundida ladeo la cabeza mientras se mantenía en pie poco a poco con la ayuda de el megane
- Es algo simple, quiero que no dejes que nadie mas te muerda, tu sangre es demasiado dulce y parece que tu aroma es fuerte, así que debes impedir que alguien mas te muerda que no sea yo o podrían causar problemas en cuanto descubran el sabor de tu sangré - Explicó soltandola al notar que ya podía levantarse sola
- Entendido
- ¿Quien mas te ah mordido a parte de mí?
- Subaru-San y Laito-San - En cuanto lo dijo, los ojos magenta de el vampiro se abrieron como platos
Conocía bien a Laito y sabía que a pesar de ser un maldito pervertido, no era estúpido y tenía una gran habilidad para sacar la verdad a la luz
- Genial, tenía que ser Laito - Suspiró pensando seriamente lo que debería hacer
Mei solo lo observó en silencio hasta que se canso
- Debo irme, tengo que hacer mis deberes, llameme cuando me necesite Sakamaki-San - Avisó mientras salía de la oficina bajo la mirada de el megane quien solo se quedo en silencio viendola irse
Ya la pelirroja estando afuera, el megane solo suspiró para luego ver detrás de el
- Espiar las conversaciones ajenas es de mala educación... Shu - Frunció el ceño al ver como el rubio salía de la esquina oscura y caminaba hacía el
- Hm, puede ser - Entre los dos empezaron a mirarse sin el mas mínimo cariño, solo odió
- Que haces aquí y que quieres - Cuestionó cruzandose de brazos