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—¿Qué crees que haces al seguirme hasta acá, Samantha? —Samanta solo desvió la mirada de el pues ya que le costaba mantener su mirada.
D'mitry le sonrió de una forma seductora y se acercó a su oído mientras tomaba sus manos y las pasaba sobre su cabeza, cuando estuvo cerca escucho como la respiración de ella se aceleró, se acercó más y le susurró.
Como se había tornado la situación la había agarrado de sorpresa a Samanta esta no sabía qué hacer y tampoco sabía que responder.
—Yo... eh, no sé por que lo hice, creo que solo seguí mis impulsos... —D'mitry la veía con una gran sonrisa que a ella le hipnotizaba.
—Así que solo seguiste tus instintos, ¿no? —El tono de voz con el que le habló, más que se lo estaba susurrando en el oído hizo que algo se alborotara en ella, algo que nunca había llegado a experimentar antes y le causaba curiosidad, tanto que no quería detenerse y ver hasta dónde llegaría.
—Sí, perdón sí te molesta... Algo no dejaba que me apartara de ti... —Hablo casi en un susurro que el viento se llevaría fácilmente.
—No, no me molesta para nada, lo que yo quiero saber es que si te molestaría que yo también siguiera mis instintos y te llevara a explorar los tuyos de una manera un tanto primitiva —Su tono de voz seductor estaba acompañado con su sonrisa casi malévola.
El corazón de ella se aceleraba y su respiración también estaba agitada, la rodilla de D'mitry estaba muy cerca de sus partes, casi haciendo presión como si se quisiera abris paso para entrar en ella, colocándola visiblemente nerviosa, nunca se había visto en una situación como esta ni con sus años de casada.
— ¿Ah qué te refieres con primitivo?
Este soltó una pequeña risa ya que era notorio que, aunque ella tuviera experiencia era totalmente inocente en algunos temas, casi como una niña viviendo en el cuerpo de una adulta, en algunas ocasiones.
—No puedo decirte nada más que eso, para que entiendas debo llevarte a explorar tus instintos más bajos que quizás aún no conoces y lo puedes disfrutar —Un beso travieso se posó en su mejilla, haciendo que ella sintiera el calor de su respiración.
Samantha se quedó callada, por que parecía entender a lo que se estaba refiriendo, D'mitry la veía sin quitarle la vista como queriendo memorizar cada gesto que esta hiciera por consecuencia de sus acciones.
D'mitry solo sonreía cuando Samantha y él volvieron a cruzar miradas, él se impactó por un momento, soltó las manos de Samantha, dio un paso hacia atrás y se la quedó viendo con un poco de enojo, ahora era el, el que tenía la respiración agitada mientras una vena en su frente sobresalía.
—¿Qué pasa? ¿Estas bien? —Preguntó Samantha por el brusco cambio de su voz, paso de hablar en un tono de voz seductor a una expresión que parecía de total enojo.
—Dime la verdad, Samantha —Esto a ella la desconcertó, por que no tenía ni la más mínima idea de lo que se refería, ni el por qué de su cambio brusco.
—¿Que? ¿De qué verdad estás hablando? ¿Qué te pasa? —No hace falta decir que Samantha estaba más que confundida.
—Estás embarazada, Samantha —Suspiró pesadamente, cuando la miro le dio una pequeña risita amarga.
Se alejo un poco de ella y parecía tener los pensamientos revueltos, sus pupilas iban cambiando de color, iban de un rojo carmesí de su lobo a un gris de su parte humana, aprecia exaltado casi perturbado y no paraba de caminar en círculos hasta que se detuvo y lentamente volteo a verla.
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Sangre de la manada
Werewolf¡Te rechazo, Samantha Owen, eres infértil! grito enfurecido mi alfa y esposo. Me botó de la manada al no darle cachorros, un mes después me enteré que estaba embarazada pero ahora los enemigos de mi esposo me persiguen ¡Él me da por muerta! ¡Es mi...