La noche estaba clara, la luna la acompañaba mientras ella estaba en su mejor punto para ser admirada.
La luna llena la acompañaba mientras ella estaba terriblemente agotada por el camino que se le había hecho demasiado largo y agotador.
"No recuerdo haber caminado tanto cuando me fuí, por la Diosa" Exclamó al aire con cansancio cuando sus piernas ya no podía más y se detuvo a descansar unos minutos, intentando recuperar el aliento.
"Una parte del camino estuviste inconsciente" le recordó Mega casi en un reclamo.
"Y tu también" replicó Samantha.
Siguió su camino y solo se detuvo cuando llegó a la frontera de lo que un día llamo hogar, se estaba jugando la vida pero todo era mejor que no saber si sus padres estaban bien.
Agudizó su vista y puso ver a dos lobos cuidando el lugar donde tenía planeado cruzar.
"¿Y ahora que?" Pensó con cansancio, luchar no sería una buena opción, antes de que se dieran cuenta ya estaría rodeada de lobos listos para arrancarle el cuello.
Mega que se encontraba en silencio, desde que salieron de la mansión solo le había dicho unas palabras y fue para regañarla, simplemente estaba renuente a la idea de soltar una sola palabra más, hizo un gesto que Samantha vio en su a
cabeza, con su gesto miró alrededor y se acordó de aquel lugar donde antes se escapaba con James hacia el bosque cuando eran niños.Su corazón se encogió al recordar a los niños que corrían hacia el bosque a jugar, James siempre iba acompañado de Lawrence, que se la pasaba pegado de James. Ahora que lo recordaba no fue una sorpresa que resultara ser el Beta de James.
Recordó con la mirada perdida como estaba perdidamente enamorada de James a esa edad, muy pocas eran las veces en las que se quedaban solos y ella le gustaba aprovecharla para observar cada detalle del rostro fruncido de aquel joven que la hacía suspirar, aunque ella sabía que a él no le importaba mucho pasar tiempo a solas con ella, ella solo quería jugar.
Sacudió la cabeza y observo que por el lugar pasaron unos guardias haciendo guardia, al parecer James no se les olvidaba el lugar que un día fue su escape, sonrió con tristeza y dejó a Mega salir, dejando a Mega sorprendida, esto no era común y hace mucho no salía de su cabeza.
Mega estiraba sus patas mientras Samantha se acomodaba en una esquina de su cabeza.
—Que bien se siente estirar las patas, ahhh —Hablo Mega feliz de por fin poder salir en tanto tiempo —Bien, dime ¿Por que me dejas salir justo ahora después de tanto tiempo? ¿Que planeas?
Samantha sonrió, Mega era lo tan inteligente para unas cosas pero para otras carecía de sentido común.
—Haremos una distracción, es la ruta más cercana de mi casa y con menos protección de la manada.
Samantha le contó a Mega lo que sería su plan y ella asintió con desánimo al escuchar lo pacifico y falta de sangre que sería todo.
—¿Entonces no hay que matar a alguien? ¿Ni uno por si las dudas? ¿Nada de sangre o violencia? —Samantha se rió un poco en su cabeza.
—No, ni uno, la idea es ser lo más silenciosa posible, sabes que encenderán las alarmas y antes de que nos demos cuenta ya estaremos rodeadas. Y no serán amables con nosotras, ahora somos exiliadas, contará como ataque de la manada y sabes que James no nos matara, pero si nos matara en vida —Mega gruñó en un tono bajo.
— Omen me debe una explicación muy fuerte, de un humano lo podría creer pero de un lobo es inaudito. La Diosa no lo perdonara ni por el resto de sus vidas.
—Eso no importa ya, Mega. Ya habían antecedentes de lobos infieles, solo corrimos con la desgracia que nuestro mate resultó ser uno de ellos.
—Maldito, le hubiera arrancado las bolas y tomado la manada. Ahora estaríamos tranquilas —Hablo Mega con rabia.
—Por la diosa Mega, estaríamos muertas, ni el consejo nos apoyo en el divorcio ¿De verdad crees que nos hubieran apoyado en una idea tan descabellada?
—Ahora no lo sabremos porque no me dejaste hacer lo que quería —Se quejo Mega.
—Por la diosa, Mega. Tenemos que concentrarnos, es de vida o muerte —Mega suspiro, mientras se preparaba para ejecutar el plan de Samantha, el cual se le había sido explicado con lujo de detalles hasta el cansancio, como si de un niño se tratara.
Mega se movía en silencio por el bosque mientras no dejaba de ver a los dos guardias que pasaban caminando por la entrada haciendo guardia, ellos no se dieron cuenta de su presencia y ella sonrió por eso.
Era tan sigilosa que se volvía casi indetectable pero sabía que el más mínimo error y serían descubiertas antes de ser querido.
Rápidamente con fuerza empezó a morder el tronco de un árbol lo suficiente para poder tumbarlo de una patada.
Rasguño y mordió con rabia hasta que Samantha le indico que estaba bien, visualizo a su alrededor y se sintió a gusto con la situación, no la habían detectado aquellos guardias.
Samantha veía la situación analizando que momento era el mejor para hacer ruido, y cuando los guardias estuvieran lo suficientemente cerca dio la señal.
—¡Ya! —Gritó en la cabeza de Mega, quien con una patada tumbó el árbol causando un alarmante estruendo que los guardias estaban obligados a revisar.
Mega corrió en silencio rodeando a los guardias que iban en dirección del tronco caído, llegando a lo más cercano a la entrada a la manada, cuando estuvo lista Samantha volvió a salir.
Rápidamente se puso la máscara y capucha, en caso de ser vista era mejor no ser reconocida.
Iba casa tras casa ocultándose de los guardias en rutas nocturnas, de algo le servía haber sido Luna, sabía un poco de cómo eran las rutas.
Camino escondiéndose por lo que parecía ser una eternidad cuando no fueron ni 30 minutos, agotada llegó al patio trasero de su casa y se dejó caer en el césped.
Escucho un jadeó y cuando alzó el rostro era su madre quien la miraba con terror en los ojos, se veía que tenía miedo al no reconocerla.
Samantha alzó su mano mientras se levantaba lentamente para no asustarla, cuando se quitó la capucha y seguido la máscara pudo ver lágrimas brillantes en los ojos de su madre.
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Sangre de la manada
Loup-garou¡Te rechazo, Samantha Owen, eres infértil! grito enfurecido mi alfa y esposo. Me botó de la manada al no darle cachorros, un mes después me enteré que estaba embarazada pero ahora los enemigos de mi esposo me persiguen ¡Él me da por muerta! ¡Es mi...