—Cuidado te caes, mi amor —Dijo "mi amor" con un tono que le erizo la piel a Selena.
—Estoy bien, gracias.
—No pregunté, ahora iré a chequear algo por esas fechas.
Selena no tenía ni idea que era lo que iría ver y eso la desconcertó.
James la miró de una forma extraña y se fue, ella cerró la puerta y rápidamente y se dejó caer al suelo, mientras consolaba a su cuerpo adolorido con caricias leves.
Estaba mareada, con un dolor de cabeza que amenazaba con salir hasta que sintió la humedad en su nariz.
Toco la zona, vio sus dedos y se dio cuenta de que era sangre, se quedó fría y después sintió un calor en sus piernas, bajo la mirada y vio la sangre bajando por sus piernas, soltó un grito de horror puro.
James que no estaba ni a unos metros de la habitación, cuando escucho el grito se preocupó y corrió rápidamente de vuelta hacia la habitación y tumbó la puerta viendo a Selena tirada en el piso a un lado con una expresión que demostraba horror puro.
Vio en su cara sangre cayendo por su nariz y también notó sangre que caía entre sus piernas haciendo un gran charco en la alfombra blanca, él sabía que algo estaba mal, esto no era normal y parecía ser grave.
—¡Maldición! esto no puede ser ¡No! esto no ahora ¡Ahora no, joder! —Gritó James, cogiendo a Selena en brazos queriendo llevarla a estaba a punto de desmayarse y volteó a ver a James.
—Tengo miedo, James, mucho miedo, no quiero perder al bebé —Le dijo a James con un hilo de voz donde se escuchaba lo asustada que estaba.
—No lo vas a hacer, no ahora no, puedes perder ese bebé, es mi hijo, resistirá lo que sea —Dijo James mientras Selena casi estaba por desmayarse intentando mantener la consciencia.
Rápidamente la llevaron a la pequeña enfermería que había en la mansión, la doctora encargada cuando vio la sangre escurriendo entre las piernas de Selena palideció pero actuó rápido y profesionalmente, no dejando que Selena se desmayara por temor a que le pasara algo intento actuar rápido para evitarlo.
Las enfermeras rodearon a Selena con destreza, sus manos hábiles palpando su pulso y midiendo su presión arterial. La habitación cobró vida con el tintineo suave de los instrumentos médicos y el murmullo de las voces que intercambiaban información crítica.
La doctora, con manos expertas, comenzó a realizar un examen minucioso.
Colocó el estetoscopio en el vientre de Selena, escuchando atentamente los latidos del bebé.
Cuando estaban tomando los latidos del bebé pudo escuchar por primera vez los latidos de su hijo, estaba feliz por saber que seguía vivo, pero la emoción que sentía no era absoluta, su lobo también estaba feliz pero ambos sabían que hubieran estado rebosando de felicidad si este sería el hijo que Samantha lleva en su vientre, tenía que recuperar su esposa y a su hijo, sin importar nada.
—Parece que hay algo que no está del todo bien —habló la doctora sacando a James de sus pensamientos y Selena se cubrió la boca asustada.
—¿Qué pasa, doctora? por favor dígame qué le ocurre a mi bebé —la doctora volvía a pasar el ultrasonido por la barriga de Selena.
Su rostro no revelaba nada mientras escuchaba con atención, sus cejas apenas frunciéndose en concentración.
—Los latidos del bebé están más lentos de lo normal —anunció la doctora con una calma que contrastaba con la gravedad de la situación —¿Ha hecho mucha actividad física resiente como ejercicio?
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Sangre de la manada
Werewolf¡Te rechazo, Samantha Owen, eres infértil! grito enfurecido mi alfa y esposo. Me botó de la manada al no darle cachorros, un mes después me enteré que estaba embarazada pero ahora los enemigos de mi esposo me persiguen ¡Él me da por muerta! ¡Es mi...