Capitulo 12

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Unas horas más tarde, Lucy estaba tocando su puerta despertando a Samantha en el acto, ella se sentó en la cama y Lucy entró cuando Samantha le aviso.

Samanta se restregó los ojos mientras bostezaba, Lucy se rió a lo bajo por esto, a veces Samantha parecía una niña y eso le causaba ternura.

-Luna, el señor D'mitry quiere que baje a comer, organizó lo que se puede interpretar como un festín para toda nuestra gente, el ambiente a pesar de lo sucedido está muy animado allá abajo, creo que debería bajar para comer y disfrutar ese ambiente pero Verónica dice que es que es mejor que traigamos la comida a la cama, así que le vengo a preguntar qué quiere hacer usted.

Samanta sentía curiosidad por lo que aquel hombre le llamaba festín y fiesta a pesar de los momentos tan oscuros que acaban de pasar por lo sucedido las últimas 24 horas ella no sentía ánimos de una fiesta pero por su gente se levantaría y es para que no tenía como que muchas ganas de negarse solo porque este hombre la había pedido a ella.

Sentía curiosidad que pasaría y el solo pensar en que ese hombre la vería le erizaba la piel.

-Si, bajaré -Sonrío y Lucy le devolvió la sonrisa, mientras mega en su cabeza estaba feliz por que podría alimentar su curiosidad.

Se levanto rápidamente de la cama, se cambió su ropa y se puso uno de los vestidos que tenía en su equipaje, Lucy se le adelantó dejándolo sola, Samanta se arregló su cabello un poco con lo que pudo y bajó.

En las escaleras estaba esperando la D'mitry que al verla sus miradas chocaron y por lo que se pudo haber dicho un minuto estaban completamente solos y sus miradas no se despegaron con el otro hasta que un intenso rubor cubrió la cara de ambos y desviaron la mirada de ellos.

-Se ve muy bien a pesar de haber estado en una pelea de unas cuantas horas antes -Hablo D'mitry un poco avergonzado como si se tratara de un novato tratando de cortejar a una dama por primera vez.

-Usted también se ve muy bien, señor -hablo Samantha también, bajaba por las escaleras pasándole por un lado tratando de esquivar un poco su mirada que seguía su cuerpo atentamente.

Este hombre la llevó por el camino hasta encontrarse con un gran salón donde estaban varias mesas repartidas por el espacio, llenas de comida, mucha gente estaba disfrutando de aquel festín que se estaba dando y Samanta, sin saber muy bien cómo había suficientes recursos para eso en un refugio no ni quiso pensarlo y no se dispuso hacerlo, simplemente saludo a su gente una por una asegurándose de que todos estuvieran bien y curando sus heridas silenciosamente, viendo cómo D'mitry se sentaba en la punta de una gran mesa que se encontraba en el final de la gran salón como si del rey se tratara.

Al lado de este había un asiento vacío y este le hizo una seña para que se sentara al lado de él, Samanta hizo como que no vio la señal, que le hizo.

D'mitry se comenzaba a desesperar y varias personas de manada ya le habían dicho algo a Samantha.

-Luna, disculpe... Creo que el señor la está llamando, está haciendo señas.

-Si, lo sé -Simplemente les sonreía y estos entendían que ya no había por que insistir si ella lo estaba ignorando.

Hasta que D'mitry perdió la paciencia y tranquilamente llamó a Lucy y le pidió que por favor le dijera a Samantha que se quería que se sentara a su lado.

Samanta como presa que huía del lobo, aunque ella también era una loba, intentaba no verlo porque sabía que la estaba llamando hasta que inevitablemente Lucy se acercó y le informó de esto y ahí ya no podía esquivarlo, ya no podía negarse no podía decir que no había escuchado lo que dijo Lucy o que minino no lo vio.

Así que con un poco de timidez fue y se sentó a su lado, ninguno de los dos sabía cómo iniciar una conversación ya que no se conocían, pero Mega insistía en querer preguntar hasta el más mínimo detalle.

Un incómodo silencio entre ambos reinó durante toda la noche mientras cenaban, pero las miradas furtivas entre ambos que se observaban lentamente eran más que evidentes.

La cena terminó y la gente poco a poco regresaba a la que habían sido sus habitaciones asignadas, Samanta sin muchos ánimos de seguir durmiendo quiso recorrer un poco aquel refugio o mansión, porque ya no tenía claro muy bien lo que era.

Salió hacia el patio trasero de La mansión y vio un pequeño lugar que para ella parecía un roble con un pequeño río pasando cerca de él que sinceramente no sabía hasta dónde llegaba pero le llamaba la atención mucho en el movimiento de las rocas a través de la del agua y se sentó ahí en la hierba haberlo tranquilamente mientras pensaba.

-Fue un poco raro todo eso ¿verdad? -le preguntó Samanta a Mega, refiriéndose a lo ocurrido temprano.

-Sí... no sé muy bien qué pasó pero creo que pude escuchar el gruñido de un lobo, no sé si fue el de él y en tal caso de que haya sido, no debió haber pasado -Responde una Mega un poco inquieta y también estaba así Samanta.

-¿Crees que sea algo de lo cual deberíamos preocuparnos, Mega?

-No -hablo tranquilamente Mega -No creo que debamos preocuparnos porque te quedaste viendo un hombre que está muy bueno.

Samantha río pero después agrego

-No me lo quedé viendo porque estaba bueno. Y sí, sí lo está, creo... Pero había algo en el gris de sus ojos que sinceramente no me dejaba despegar mi mirada, había algo que me llamaba y no sabía que era.

-Lo sé, yo también pude sentirlo.

Sangre de la manadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora