Marcetty: Un amor súbito

Capítulo 38

Después de la conversación, Betty salió de la oficina de Marcela e inmediatamente soltó el llanto llamando la atención de las chicas del cuartel y por supuesto Patricia.

- Betty, ¿Qué le pasó? - preguntó Sofia con preocupación. 

- Muchachas, necesito hablar con ustedes. - dijo Betty entre sollozos. 

- Claro Betty, justo estábamos por ir a almorzar. Acompáñenos. - Dijo Berta. 

Todas abandonaron el lugar y Patricia aprovechando que no quedaba nadie decidió ir a buscar a Marcela a su oficina. 

- ¿Marce está todo bien? - dijo Patricia encontrándola recostada sobre su escritorio.

- No Patricia...- contestó. 

- ¿Ese garfio te hizo algo? Porque si es así voy ahorita mismo a buscarla. - dijo Patricia molesta. 

- No, en realidad quiso arreglar las cosas conmigo. 

- ¿Entonces por qué estás llorando? ¿No regresaron? Deberías de estar feliz. - dijo algo confundida. 

- No, no regresamos. Yo la rechacé. 

- ¡¿Qué?! Pero quién te entiende. Estabas muy triste por lo que te dijo antes de irse y ahora que regresa ¿La rechazas? ¿Por qué?

- No quiero que jueguen más conmigo. Mi relación con Armando fue una experiencia horrible y creí que Betty sería diferente pero terminó decepcionándome al dejarme acá sin ninguna explicación coherente.

- Entiendo Marce, pero tu no sabes como salió esa mujer de tu oficina. 

- ¿A qué te refieres? - preguntó con curiosidad. 

- Iba llorando mucho Marce, yo creo que realmente se arrepiente de haberte dejado. 

- ¿Ahora la defiendes? - sonrió con ironía.

- Sabes que no es eso Marce, pero me parece que estás siendo muy dura con ella. 

- Pues yo no lo creo, ella se lo buscó. 

- Lo que tu digas, después no vengas llorando porque la extrañas...

Mientras tanto las del cuartel ya se encontraban almorzando en el mismo lugar de siempre, El Corrientazo. 

- ¿Ya está mejor Betty? - preguntó Inesita ofreciéndole un vaso de agua.

- Sí, ya estoy bien. Gracias Inesita. 

- Y bueno Betty, ¿Qué es lo que la tiene tan agobiada? -preguntó Sandra. 

- Bueno muchachas, la verdad es que no sé como empezar...

- Betty desde el inicio, usted sabe que puede confiar en nosotras.- dijo Mariana. 

- Eso es cierto Betty, para eso somos sus amigas.- contestó Aura María. 

- Voy a intentar resumirlo lo más posible.- dijo Betty. 

- La escuchamos Betty. - dijo Sofía.

- Hace tiempo estuve enamorada de Armando Mendoza...

- ¿Cómo así Betty? Nunca nos contó. - dijo Berta muy sorprendida. 

- Berta, deje que Betty siga hablando. - la regañó Inesita. 

- Pero él realmente solo me utilizó para que le ayudara a maquillar los informes que presentaba a la junta directiva, porque todo este tiempo él y Mario han hecho una pésima labor en la presidencia. 

- Betty ¿Qué va a suceder con Ecomoda? ¿Nos van a echar?- preguntó Aura María con temor 

- No Aura María, claro que no. Marcela como presidenta estoy segura que va a lograr sacar a Ecomoda adelante, además yo regresé para ayudarle. 

- Menos mal.- dijo aliviada Aura María.

- Seguiré contándoles lo que sucedió, como decía, él me enamoró con ayuda de Mario para que yo no revelara el estado real de la empresa yo fui tan ingenua que realmente si llegué a pensar que estaba enamorado de mí pero solo fui una tonta por dejarme engañar de esa manera. 

- Betty pero ¿Cómo se enteró de que habían planeado enamorarla? - preguntó Sofía. 

- La verdad muchachas es que lo descubrí gracias a Marcela. 

- ¿A doña Marcela? Entonces ella lo sabe. - dijo Mariana. 

- Sí, lo sabe. Ella descubrió una carta que Mario le dejó a Armando con instrucciones precisas de como seguir enamorándome, así que fue a buscar a Armando para reclamarle sobre lo que había descubierto pero él no estaba, quien estaba era yo, me llevó a su oficina y me explicó lo que pasaba. 

- Pero Betty, ¿Cómo es que salió viva de eso? No lo entiendo. - preguntó Berta. 

- Para mi sorpresa reaccionó muy bien, creo que de alguna manera entendió que fui una víctima, aún así entiendo perfectamente que no puedo justificar nunca lo que yo le hice a Marcela. 

- Que fuerte todo esto Betty porque luego hasta amigas se hicieron y no entiendo como. - dijo Mariana. 

- Es que aún no termino la historia...

- ¿Aún hay más? - preguntó Sandra. 

- Sí, luego de que me contara sobre la carta ella era la única que lo sabía así que me apoyó mucho con como me sentía, yo por alguna razón me sentía segura estando con Marcela porque siendo la persona que más pudo odiarme no lo hizo, fue todo lo contrario y de ese apoyo puedo decirles que nació una bonita amistad, tanto así que ella estuvo algunas veces en mi casa, conviviendo con mi familia pero esa cercanía que creamos tuvo consecuencias...

- ¿Consecuencias? ¿Cómo qué? - preguntó Sofía. 

- Tengo algo de miedo de decírselos pero quiero contarlo porque son mis amigas... la verdad es que Marcela y yo terminamos enamorándonos. - dijo Betty con algo de temor por la reacción de sus amigas. 

- ¡¿Pero qué cosa dice Betty?! - dijo Mariana.

- Eso quiere decir que el beso que vi no fue producto de mi imaginación, ¿cierto Betty? - preguntó Berta. 

- Sí fue un beso real, perdón por eso Berta. 

- Primero nos enteramos de que Marcela y Betty son novias y ahora sabemos que Berta vio un beso entre ellas y ¡¿No dijo nada?! hoy se acaba el mundo.- dijo Sandra.

- Sandra no sea exagerada, Berta hizo lo correcto. No tenía porqué decir algo tan privado. - dijo Inesita. 

- Gracias Inesita, pero hay otra cosa que quisiera decirles... yo arruiné las cosas con Marcela, tuve problemas en casa porque mi papá se enteró de lo nuestro y yo hui como una cobarde. Regresé porque ella necesitaba mi ayuda con la empresa, hablé con ella sobre lo nuestro pero ya no quiere nada conmigo y no sé que hacer. Lo único que tengo claro es que no voy a rendirme así de fácil, yo realmente estoy muy enamorada de ella y quiero hacerla feliz. - dijo Betty con lágrimas en sus ojos.

- Betty, si ustedes dos realmente se quieren van a poder superar cualquier cosa. Yo conozco a Marcela y sé perfectamente que la va a perdonar. Ella es una muchacha muy sensible así que es normal que esté dolida, solo tiene que darle algo de tiempo.- dijo Inesita. 

- Yo también creo eso Betty, además nosotras la vamos a ayudar para que reconquiste a doña Marcela, ¿Si o no muchachas? - dijo Aura María con emoción. 

- Pues claro, para eso están las amigas. - contestó Sandra. 

- Muchas gracias muchachas, no sé que haría sin ustedes. - dijo Betty con una sonrisa.

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