12. "Consejos de un padre"

1.3K 310 42
                                    

—¿No estoy linda?— preguntó Sarada con alegría, después de correr hacia el salón y dar una vueltecita, donde mostró los vuelos de un vestido azul con pequeñas florecitas blancas.

Naruto abrió enorme los ojos y miró a su alrededor, fingiendo confusión.

—¿Esta es mi casa o un castillo? ¿Por qué hay un princesa aquí?— preguntó en broma y la niña rió con mejillas coloradas antes de darle un pequeño empujón.

—Tonto...— exhaló emocionada y luego se afanó en arreglar los pliegues de su ropa —¿Ya nos vamos?

—Sí, en cuanto tu padre esté listo— respondió el doctor.

—¡Papá!— gritó Sarada hacia el pasillo —¡Se nos hará tarde para la cena!

—Ya voy, ya voy...— resopló Sasuke y después Naruto lo vió llegar, luciendo una camisa igual de azúl que el vestido de su hija, aunque más oscura, y sujetando unos papeles debajo del brazo, mientras terminaba de doblarse las mangas recogidas.

Era muy guapo, notó eso desde el primer día que se conocieron, pero ahora lucía tan apuesto, que Naruto no tuvo reparos en mirarlo. Sasuke se dió cuenta y rehuyó a sus ojos, otras vez con esas mejilla sonrojadas que le parecían tan adorables. No habían hablado de la situación de hacía unos días, pero a pesar de la insinuación del doctor, el pelinegro no ofreció ninguna negativa. Era gay, Naruto no tenía dudas al respecto, pero sí sobre cómo un hombre como él, había tenido una hija a temprana edad. La adolescencia de Sasuke era aún un misterio, pero algo le decía que la pasó muy mal.

—¿Te sientes bien como para ir? Mis padres entenderán si cancelamos, ellos saben que tuviste quimio ayer.

—Estoy bien, ya casi no tengo malestar— aseguró al acercarse y luego le ofreció los papeles, unos que Naruto tomó con mucho interés —Son los primeros cinco capítulos de una historia que empecé— explicó —No están editados y posiblemente tengan muchos errores, pero...

—Me encantará leerlos— interrumpió el doctor, intentando hacer contacto visual, pero Sasuke seguía sin permitírselo.

—Te agradecería si me pudieras dar tu opinión sincera. Si no te gusta algo puedes decirlo sin pena.

—Eso haré, pero te advierto que soy implacable en estas cosas— bromeó, al fin sacándole un sonrisa.

—Mejor aún— respondió el pelinegro.

—Vamoooos— protestó Sarada, poniendo así final a la conversación.

La casa de los padres del doctor era bastante más grande y acomodada, con un estilo muy hogareño, pero sin dejar de ser elegante. Después de una calurosa bienvenida por parte de Kushina, Sasuke y Sarada esperaron en la sala de estar, en la que él pudo observar muchísimas fotos de Naruto más joven, incluso como un bebé de meses, en los brazos de sus padres. Aquel señor rubio que salía en las imágenes, entró entonces a saludarlos, luciendo apenas un poco mayor y llevando unos lentes. El doctor era sin dudas muy parecido a su padre, tanto que Sasuke se puso un poco nervioso al darle la mano a Minato, como dijo que se llamaba.

—Al fin están aquí, esta señora me iba a volver loco hablando de ustedes, sobre todo de la princesa— Sarada sonrió con amplitud y miró a Naruto al final de la estancia, junto a su madre.

—Te lo dije— le reafirmó a la pequeña, quien pareció muy satisfecha de pertenecer a la realeza.

—¿Escuché que me llamaron señora?— protestó Kushina y su esposo hizo una mueca incómoda a Sasuke, haciéndolo reír.

—No, querida ¿Eso escuchaste? Dije "mi reina"— mintió, acercarse a ella de forma melosa.

—Ay, no empiecen con los arrumacos. Vamos a cenar, tengo hambre— protestó su hijo, haciéndole una señal a Sasuke para que los siguieran al comedor.

Mi héroe de Blanco (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora