"Microrelatos"

18- En tus labios sabe mejor.

—¿Pretendes quemar la casa? —pregunta Mew entrando a la cocina donde su esposo hacía la comida.

—¡Hey! No digas eso, ese eres tú, no yo —responde Gulf.

— Lo sé, solo jugaba amor, ¿qué vamos a comer? Muero de hambre —manifiesta Mew tocando su estómago—. El olor a comida me despertó.

—Algo rápido cariño, recuerda que dijimos que saldríamos temprano por compras navideñas y aún estamos aquí —responde Gulf sirviendo la comida.

—Perdón amor, pero estaba cansado, muchos documentos que firmar y pagos que realizar —sé excusa Mew tomando los platos para llevarlos al comedor.

Mew deja los platos sobre la mesa, le abre la silla a su esposo para que tome su lugar y luego él toma el de él.

—Lo sé cariño, por eso no te desperté, en todo caso ya fui de compras en la mañana, te deje descansar —responde Gulf sirviendo los jugos.

—Pero amor… Íbamos a ir juntos —responde Mew con un puchero.

—Cariño, si te esperaba hasta esta hora créeme que no habría nada que comprar, mañana es navidad y ya la gente está comprando apurada y es un caos —responde Gulf—. Te ahorré el estrés, además a ti no te gusta mucho salir de compras.

—Pero no he comprado tu regalo aún —manifiesta Mew cortando su carne.

—Puedes ir a comprarlo mientras yo termino los detalles aquí —responde Gulf—. Tengo que dejar todo en orden para viajar a casa de tus padres.

—Yo sé que no es de tu agrado ir, pero igual vas —manifiesta Mew dejando su servicio de lado.

—Claro que no, pero era tu tradición pasar la Navidad con tu familia y lamentablemente cuando firme el acta de matrimonio entre en tu familia —responde Gulf.

—¿Lamentablemente? —pregunta Mew mirando a su esposo que cortaba la carne.

—Solo es broma cariño, claramente cuando firme sabía con quién me estaba casando y con qué familia —responde Gulf sonriendo—. Más me casé contigo y no con ellos jajaja agradezco a Dios que vivimos en otra ciudad.

—Amor… Me siento tan culpable —responde Mew—. Ya tenemos 3 años de matrimonio y 1 de conocernos y mis padres siguen sin aceptarte.

—Me da igual eso Mew —responde Gulf—. Me casé contigo, no con ellos, ellos no vienen aquí a preguntar si algo necesitamos. Solo es aguantarlo unas horas y ya.

—Tú nunca has dejado aclarar el tema del dinero, ellos siempre han creído que te casaste por dinero conmigo —manifiesta Mew.

—Déjalos que piensen eso —responde Gulf—. Algún día sabrán que yo sí tengo dinero y más de lo que ellos piensan. Ellos solo me juzgan por no tener padres y hermanos. Lamentablemente, ellos fallecieron hace años y como me críe en un orfanato consideran que soy un muerto de hambre.

—Por eso quiero que todo se aclare y sellar sus bocas, si no he hablado o enojado es porque tú no lo permites —responde Mew frunciendo el ceño—. Por mí ni iría a pasar navidad con ellos, pero tú siempre insistes por la unión familiar.

—Porque tienes una familia y debes estar con ellos, aunque sea una o dos veces al año los visites —responde Gulf—. Yo daría cualquier cosa por ver a la mía en vida, aunque sea una vez otra vez.

—Ya no hablemos de esto amor, sé que te pones sensible cuando los recuerdas —responde Mes tomando la mano de su esposo—. Pero esta vez te voy a desobedecer amor.

—¿A qué te refieres? —pregunta Gulf confundido.

—Trabaje duro por tu regalo de navidad —responde Mew sacando su celular—. Compré dos pasajes para Francia, París. Iremos a pasar la navidad allá.

—¡Mew! —grita Gulf asombrado tomando el celular y verificar la información—. Pero…

—Pero nada de amor, tú siempre te sacrificas por mí y aguantas a mi familia, esta vez no será una mala navidad para ti, esta será la mejor porque te la mereces.

—¿Pero tu familia? —pregunta Gulf devolviendo el celular.

—Ya se los dije y aunque pegaron el grito en el cielo me da igual —responde Mew guardando su celular—. Tú también eres mi familia y créeme que no disfruto la navidad con ellos si tengo que ver tu rostro lleno de ironía a los tratos de ellos.

—No sé qué decir cariño —responde Gulf sollozando.

—Que me amas y a las 21:30 h estaremos abordando nuestro vuelo a París —responde Mew.

—¿Pero los regalos de tu familia…? —pregunta Gulf.

—Se los haré llevar cuando volvamos —responde Mew—. No morirán por ellos. Además, tú siempre te encargas de comprarlos y ni unas gracias recibes. Que ahora sufran la ausencia de los lindos y costosos regalos que les das.

—Realmente muchas gracias cariño —dice Gulf sonriendo.

—Yo te doy las gracias por tolerar a mi familia y pese a todo me das una bella sonrisa —responde Mew—. Ahora solo debes entender que tú eres mi familia y nadie jamás será más importante que tú. Mi familia no entendió, bueno. Ellos se lo pierden.

—¿Quieres un postre? —pregunta Gulf muy animado.

—Solo si me lo das con tu boca —responde Mew coquetamente.

—¿Ah? Tengo fresas —manifiesta Gulf—. Las compré cuando hacía las compras.

—Las fresas en tus labios sabe mejor —responde Mew.

—Eres un pillo —responde Gulf acercándose y dejar en beso en los labios de su esposo—. Te amo.

—Yo más…

꧁𝐹𝑖𝑛꧂