"Microrelatos"

13- ¡Yo quiero hacerlo!

—Ya todo está casi listo aquí —manifiesta Gulf colocando los últimos adornos sobre la chimenea.

—Papi, mi hermana apesta —manifiesta Alexander—. Creo que se hizo popó.

—Vamos a ver a esta pequeña princesa —dice Gulf mirando a su hija—. Sí, se hizo, iré a cambiarla.

La puerta se escucha abrir.

—Buenas tardes, familia —saluda Mew entrando al living.

—¡Papá! —grita Alexander para abrazar a su papá—. ¿Cómo estás? ¿Cómo te fue en el trabajo?

—Bien hijo, con tan lindo recibimiento estoy muy feliz —responde Mew besando la frente de su hijo.

—Cariño, di un número —dice Gulf cargando a su hija.

—Hummm… 4 —responde Mew.

—Te sacaste el premio, te toca mudarla —dice Gulf entregando a su pequeña.

—Huy, creo que alguien apesta —responde Mew tomando a su hija—. Hola mi niña hermosa.

—Yo te ayudo papá —dice Alexander—. A mí me hace caso mi hermana.

—Está bien hijo —responde Mew acercándose a Gulf y besarlo—. Te amo.

—Yo más —responde Gulf y ve como Mew se iba con sus hijos—. Ahora, a ver qué falta, yo creo que más decoración a la chimenea, se ve muy vacía. Pero luego, tengo que calentar la cena, ya llegó Mew y me muero de hambre.

Minutos después.

—Listo, esta princesa, hizo correr a su hermano con lo mal que olía —manifiesta Mew dejándola en su silla de comer.

—Está empezando a comer cariño, seguro es por eso —responde Gulf—. ¿Dónde está Alexander?

—¡Aquí! Papi, mi hermana realmente apestaba, me dio asco —manifiesta Alexander tapando su nariz.

—Lo sé hijo, ya está creciendo tu hermanita, con 6 meses claramente va a apestar más —responde Gulf—. Ahora vamos a comer.

Todos empezaron a comer y Gulf alimentaba a su hija y sonreía con sus caras.

—Es su primera navidad, ¿qué le podría regalar? —pregunta Alexander.

—Aún es muy pequeña, hijo —manifiesta Mew—. Quizás podrías hacer un dibujo y se lo guardas para cuando crezca lo vea.

— No papá, quiero algo que use —responde Alexander—. Pero no tengo dinero.

—Humm… Necesito a alguien que me ayude a decorar la chimenea y estoy pagando —manifiesta Gulf limpiando la mejilla de su hija.

—¡Yo! ¡Yo quiero hacerlo! —dice Alexander levantando su mano—. Yo lo hago y me pagas.

—Está bien, hijo, come y luego te digo que hacer —responde Gulf dándole postre a su hija.

—¡Sí! Natasha, te daré un lindo regalo —dice Alexander comiendo.

Mew solo sonríe y Gulf también al ver a su pequeño hijo amar tanto a su hermana.

Minutos después.

—¿Cómo va el trabajador? —pregunta Mew entrando al living—. Ya se durmió la princesa.

—Gracias cariño, hijo, también ya debes ir a dormir —responde Gulf mirando la hora.

—Sí, ya terminé de adornar la chimenea, quedo lindo, ¿verdad padres? —pregunta Alexander.

—Muy bello hijo, te felicito —dice Mew.

—Muy lindo hijo, realmente gracias —dice Gulf caminando a Mew—. ¿Me das tu billetera?

—¿Ah? ¿Para qué la quieres? —pregunta Mew sacando su billetera.

—No tengo dinero en efectivo y tengo que pagar a mi pequeño trabajador —responde Gulf tomando la billetera—. Luego te lo devuelvo con intereses.

—Te lo voy a cobrar —dice Mew sonriendo.

—A ver, cuánto tiene papá aquí para pagar —dice Gulf abriendo la billetera—. Hummm $Xxxxx esto es suficiente. Ten hijo, muchas gracias por ayudarme a decorar la chimenea.

—¡Esto es mucho! Tendré para comprar un lindo regalo para mi hermana —grita feliz Alexander.

—Me alegro, hijo, ahora a dormir —dice Mew besando su frente—. Pronto te iré a decir buenas noches.

—Pronto subo a darte las buenas noches, ve a descansar —dice Gulf besando la mejilla de su hijo.

—¡Sí! ¡Buenas noches, padres! —grita Alexander para subir a su habitación.

—Tan hermoso es nuestro pequeño —manifiesta Mew tomando la mano de Gulf y guiarlo al living para sentarlo a horcajadas.

—Hemos criado con mucho amor a nuestros hijos —responde Gulf—. Ahora voy a empezar a pagar mis intereses, ¿qué te parece?

—Me parece bien, vamos a decirle buenas noches a nuestros hijos y empiezo a cobrar —manifiesta Mew muy animado tomando la mano de su esposo y guiarlo al segundo piso.

꧁𝐹𝑖𝑛꧂