Capítulo 7

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Vale... Esto de los cierres no se me da bien, soy más de las soguitas no de cierres.

Tuve que pedirle ayuda a Haslam, y ese pata tuvo más vergüenza que yo tanto que cerró lo ojos y le agarré la mano para que toque el cierre y me lo ponga, él estaba temblando.

Bueno quién soy yo para burlarme.

Ahora me estoy poniendo algo que se supone que va en el pecho, según lo que me dijo Haslam es que la parte gruesa va en un pecho, en donde me sienta más cómoda, palabras de Haslam no mías, y la parte delgada debajo de los pechos.

Me lo puse al revés no se lo digan a nadie, por favor.

Parecía mongolita cuando salí y de yapa Haslam se burló como si no hubiese un mañana.

Hombres todos son iguales.

Bueno ahora estoy parada en medio del establo apuntando a una cosa cuadrada llamada dianas son diez en total y tengo que dar al blanco.

-Bien párate derecha... Los pies separados... No tanto Eira... Espalda recta, hombros hacia atrás... Eira, no exageres ¿Quieres?... Arco listo, flecha hacia atrás... Apunta... Y... Espera... Relájate Eira. Estás toda tensa, inhala... Exhala. Bien, ahora sí, apunta y dispara - me relajé, apunté, cerré un ojo para darle más drama y disparé... Y aún así no le di al blanco... Es más le di fuera de la diana, que fea puntería la verdad. Haslam se burló, así fuertemente tanto que todo el palacio, no mejor dicho tooooodo el reino le oyó - Vale, es evidente que tenemos que trabajar en la puntería.

-Si no me lo dices no me doy cuenta.

-Tranquila lo lograrás, dentro de 20 años quizás - sonrió de manera burlona.

Yo le di un golpe y le peñisqué.

-¡Auch! Eso dolió Eira. Pídeme perdón.

-¿Qué? Tú fuiste el que te burlaste yo no, yo solo me defendí.

Nos miramos así bien fijamente hasta que los dos nos reímos al mismo tiempo.

-Vale, perdón por burlarme, es que se está convirtiendo en mi pasatiempo favorito, entiendeme.

Sonreí y asentí.

***

Vale ya acabé de almorzar hace como treinta minutos y me falta una hora para volver y que sea defensa personal

Que bonito, mi piel tendrá color morado, verde y azul.

Estoy leyendo algo en mi habitación un libro sobre fantasía.

Escucho la puerta y digo que entre.

Veo a una Andri con un vestido color verde y unas botas marrones, al parecer se cambió de ropa, razones por las que pienso descubrir, si soy bien preguntona, un defecto mío que no pienso cambiarlo, así uno se entera de cosas ¿No?

-Antes que me hables dime ¿Por qué te cambiaste de ropa?

-Mmmm... Me ensucie con algo y tuve que ir a cambiarme...

-Sabes que no te creo ¿Verdad?

-Si, pero quería intentarlo.

Le miré fijamente y pude ver sus labios ligeramente hinchados y algo rojizos... Espera... No...

-Te estuviste chapando con el nuevo asistente de Eider ¿Verdad?

Andri solo sonrió de manera nerviosa.

-Y no me invitas, pensé que éramos amigas, que feo tu corazón Andri... Te cambiaste de ropa ¿Por qué...?

-Si.

OK: ESTÁ BIEN [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora